MUNICIPIOS SUBVENCIONES
Nueve pueblos del Segrià se unen para captar ayudas de la UE a proyectos de bioeconomía
Junto con empresas, entidades locales y universidades, optan a una primera subvención de 10 millones || Con propuestas como obtener celulosa de purines o usar larvas como fuente de proteína para pienso
Nueve ayuntamientos del Segrià se han unido para captar ayudas de la Unión Europea (UE) a proyectos que favorezcan innovaciones y creación de empleo en el campo de la bioeconomía. Tras dos años de trabajo junto con entidades locales, empresas y universidades, han presentado ya una primera propuesta que opta a diez millones de euros en el marco del programa europeo Horizon 2020. En ella plantean convertir diferentes tipos de residuos en materias primas, como por ejemplo obtener celulosa de los purines procedentes de granjas y fabricar con ella bolsas compostables. También recoge una línea de investigación para utilizar las larvas de una especie de mosca como fuente de proteínas para la elaboración de piensos, entre otras iniciativas.
El ayuntamiento de Alcarràs fue el primer impulsor de esta iniciativa, que presentaba una primera dificultad: la UE reserva estos fondos a áreas de al menos 20.000 habitantes. Para alcanzar este mínimo de población, recabó en primer lugar la colaboración de los municipios vecinos. Se sumaron Torres de Segre, Almatret, Almenar, Seròs, Soses, Albatàrrec, Sudanell y Montoliu de Lleida. Juntos pagaron estudios preliminares.
La UE deberá decidir en los próximos meses si otorga al proyecto del Segrià fondos del programa Horizon 2020
Estos nueve municipios cumplieron así el primer requisito para constituir lo que la UE denomina un laboratorio de análisis de proyectos (LAP). Es un órgano que debe incluir también representantes de empresas, de la sociedad civil y del mundo académico. Así lo explicó el alcalde de Alcarràs, Miquel Serra. Precisó que, en el caso del Segrià, participan firmas como Fruits de Ponent y entidades como las comunidades de regantes y agrupaciones de agricultores y ganaderos. El sector académico está representado por universidades como la UdL y la de Vic, y también por entes como el Irta y el Centre Tecnològic Forestal. Serra añadió que colaboran también las consellerias de Economía y Agricultura.
“Las ayudas europeas para pabellones y carreteras desaparecen, pero las de apoyo a la bioeconomía se han triplicado”, explicó el alcalde, convencido de que este sector ofrece oportunidades de negocio y empleo. La UE deberá pronunciarse en los próximos meses sobre el proyecto del Segrià. Para mejorar sus opciones de obtener financiación, han establecido alianzas con consorcios similares en países como Irlanda, Finlandia, Italia, Grecia, Turquía o Eslovenia. “Interconectar los proyectos nos otorga puntos adicionales”, señaló Serra.