INTERIOR SEGURIDAD VIAL
Imputados 63 conductores cada mes por delitos de tráfico en Lleida
Cuatro de cada diez denuncias penales son por consumo de alcohol o drogas
Un total de 754 conductores fueron imputados en 2018 por delitos contra la seguridad en el tráfico en las carreteras de Lleida. Cuatro de cada diez denuncias penales son por consumo de alcohol o drogas y un 34%, por no tener el carnet en vigor. Los Mossos patrullan con vehículos camuflados para luchar contra las imprudencias al volante.
Los Mossos d’Esquadra imputaron el año pasado a 63 conductores cada mes en la provincia de Lleida por delitos contra la seguridad vial. La causa mayoritaria de estas denuncias por la vía penal es el consumo de alcohol o drogas al volante, que están detrás de cuatro de cada diez sanciones penales. Según los datos facilitados por la Policía catalana, en 2018 un total de 754 conductores acabaron ante el juez por delitos de tráfico en las comarcas leridanas, más de 530 en los municipios del llano. Por infracciones, 334 de estos imputados fueron sorprendidos con límites que sobrepasaban lo permitido por ley en consumo de alcohol (309) y drogas (25). A este delito se deben sumar otras 41 denuncias a leridanos que se negaron a someterse a las pruebas. Le siguen los chóferes denunciados penalmente por conducir sin carnet, que suponen el 34% del total, con 256 imputados. De estos, 118 seguían conduciendo pese a haber perdido todos los puntos del permiso, otros 104 nunca lo habían obtenido y más de una treintena tenían el carnet retirado por la vía judicial por infracciones previas.
Asimismo, los Mossos instruyeron casi setenta causas judiciales por imprudencias en la carretera que ponían en riesgo la seguridad de uno mismo y otras personas. Un total de 33 conductores fueron imputados por conducción temeraria, una decena por exceso de velocidad, y otros 26, por causar un grave riesgo por conductas como adelantamientos peligrosos. De hecho, las imprudencias al volante son el principal caballo de batalla en la seguridad vial, sobre todo, aquellas conductas que causan víctimas. En 2018, la Policía catalana llevó a los tribunales leridanos a diez chóferes acusados de homicidios por imprudencia al considerar que fueron responsables de accidentes que causaron fallecidos y otros 16, por lesiones.
Entretanto, un vecino de Lleida de 30 años fue denunciado el pasado martes por conducir a una velocidad penalmente punible en Les Borges Blanques. El conductor fue interceptado en un control en la N-240, en dirección a Lleida, a una velocidad de 180 km/h, en un tramo donde el límite es de 90.
Patrullas camufladas contra las imprudencias al volante en Ponent Dos patrullas camufladas con agentes de los Mossos d’Esquadra uniformados recorren las carreteras leridanas para luchar contra las imprudencias al volante, sobre todo el uso del móvil. Se les conocen como vehículos “espiell”, mirilla en castellano, y constan de dos agentes en un vehículo que pasa desaparecibido entre los conductores. Este diario pudo acompañar a la patrulla del área de Tàrrega, formada por un agente y un cabo del área de Tráfico. Su recorrido son carreteras secundarias y autovías, donde hay más afluencia de vehículos. A la hora de salir a la carretera, los agentes interceptan a un conductor que está usando el móvil mientras conduce. Cuando el infractor se da cuenta de que ha sido “cazado”, la patrulla ya le ha pedido que lo siga a una zona segura donde poder parar los vehículos. Supone una multa de 200 euros y la retirada de tres puntos del carnet. Los agentes explican que la mayoría de los conductores reconocen la infracción cometida y que el uso del móvil, no llevar el cinturón y el exceso de velocidad son las conductas más sancionadas. Admiten que se necesitan más patrullas de Mossos y campañas de concienciación para evitar imprudencias al volante. La conselleria de Interior quiere recuperar que estos vehículos lleven cámaras.