MEDIO AMBIENTE FAUNA
La Generalitat recupera la pesca sin muerte, pero le aplica restricciones
Fija zonas donde devolver al agua peces que el Supremo calificó de foráneos || Pero veta repoblaciones con trucha arcoiris y liberar siluros capturados en La Granja
Imagen de archivo de pescadores con un siluro en La Granja.
La Generalitat ha dado el último paso para recuperar la pesca sin muerte de la trucha arcoiris, la carpa, el blackbass, el siluro y otras especies afectadas por la sentencia del Tribunal Supremo que las declaró foráneas en el año 2016. Sin embargo, no se ha limitado a restablecer la situación anterior al fallo judicial, sino que ha establecido nuevas restricciones. Así, prohíbe que cotos intensivos como los de Bellpuig y Alfarràs vuelvan a repoblarse con truchas arcoiris. Asimismo, excluye las aguas del municipio de La Granja d’Escarp de las zonas donde se permite la captura sin muerte del siluro. Esto ha provocado malestar entre los pescadores, que consideran arbitrarias estas limitaciones (ver desglose inferior).
Frente al fallo del Supremo, que impedía usar estos peces considerados foráneos en repoblaciones y obligaba a sacrificar a los ejemplares capturados, una reforma de la ley estatal de Patrimonio Natural en 2018 abrió la puerta a “naturalizar” los que estuvieran en el medio natural antes de 2007 por motivos de “interés social o económico”. Correspondía a la Generalitat establecer cuáles son las zonas habitadas por estas especies desde hace más de 12 años y lo hizo la semana pasada, a través de la resolución anual que establece periodos hábiles y las condiciones para la pesca deportiva en ríos y embalses.
La resolución veta de forma expresa liberar trucha arcoiris, pese a que la reforma legal estatal abría la puerta a volver a hacerlo. Esto obliga a los gestores de cotos intensivos a usar la variedad autóctona. En cuanto a la pesca sin muerte del siluro, el área donde hacerlo termina en el “límite provincial de Lleida, a la altura del Mas del Capità”, lo que deja fuera La Granja.
