Tiurana renuncia a nuevas casas por los elevados costes de urbanización

Ni el ayuntamiento de Tiurana ni los interesados en construir nuevas casas pueden hacer frente a la inversión que supone desarrollar un plan especial que permita levantar una decena de viviendas en la población resurgida en Solès. Por esta razón, según el alcalde, Àngel Villarte, “Tiurana se queda como está”. La comisión de Urbanismo dio luz verde a mediados del pasado año a la modificación del plan urbanístico municipal con el que ya se puede desencallar la construcción de nuevas casas en el municipio, en total 120, remarcó Villarte. El problema reside en que para hacerlo de forma gradual se tiene que elaborar un plan parcial específico que comportaría un coste de más de 50.000 euros para poder levantar 10 casas, como mínimo. Según el alcalde, ya hay interesados en edificar tres o cuatro, pero deben desarrollar una plan especial y la cuantía de los trámites y las obras de urbanización no lo permiten. Asegura que los criterios para controlar la expansión urbana descontrolada son válidos en ciudades costeras turísticas pero no para un pueblo como Tiurana que se reconstruyó en la primera década de este siglo tras ser anegada por las aguas del pantano de Rialb. “Creo que la Generalitat debería ser más permisiva en casos particulares y dar luz verde a la construcción de casas aisladas ya que, en la actualidad, hay espacio en la calle principal para edificarlas”, remarcó. Esta situación frena a muchos vecinos que quieren volver al municipio porque el coste es muy elevado. “No va a haber una expansión urbana descontrolada, lo que queremos es poder hacer poco a poco viviendas hasta llegar a tener las 150 del pueblo antiguo”. El proyecto para hacer nuevas viviendas se presentó en 2008 pero quedó parado por la crisis. En la actualidad, Tiurana tiene edificadas unas 25 casas. Villarte insistió en la falta de palabra tanto de la Confederación Hidrográfica del Ebro como del Govern que en su día se comprometieron a facilitar la reconstrucción del pueblo. “Ni siquiera hemos logrado que nos hagan los embarcaderos, hay uno y lo ha hecho el consistorio, y eso que en su día la familia Niubó Brufau regaló al pueblo 3 hectáreas para poder ejecutarlos”, puntualizó el alcalde.