SALUD CENTROS HOSPITALARIOS
Sindicatura audita el hospital de La Seu al ver Antifraude posibles irregularidades contables
Examinará las cuentas de la fundación que gestiona el centro a partir del año 2014 || Después de que una denuncia de la plantilla apuntara a una supuesta malversación de fondos en años anteriores
La fachada del hospital de La Seu d’Urgell el pasado mes de enero.
La Sindicatura de Comptes ha abierto una auditoría a la Fundació Sant Hospital de La Seu para verificar si cumple con el plan de viabilidad que puso en marcha en 2014. El organismo fiscalizador ha iniciado esta revisión de las cuentas después de que la Oficina Antifraude le advirtiera sobre posibles irregularidades contables en la gestión del centro.
Antifraude había investigado con anterioridad la Fundació Sant Hospital. Lo hizo a raíz de una denuncia del comité de empresa del centro, que en 2013 apuntó a una presunta “malversación de fondos públicos” por parte del patronato y la gerencia de la fundación. Los representantes de la plantilla les atribuyeron supuestas irregularidades en obras para remodelar las áreas de cirugía, urgencias, radiología y admisiones en el año 2009. Se trataba de trabajos pagados con el crédito de diez millones que la Fundació Sant Hospital contrató en el marco del plan de saneamiento, financiación e inversiones que acordó con la Generalitat en 2004 (ver claves). De este préstamo, tres millones debían sufragar las reformas del hospital. Sin embargo, el comité de empresa sospechaba que parte del dinero destinado a las obras “podría haber sido utilizado para pagar salarios” de plantilla y personal directivo.
El director del hospital ve la auditoría “habitual” y la desvincula de la investigación de Antifraude
La investigación de Antifraude concluyó sin apreciar irregularidades lo bastante graves como para denunciarlas ante los tribunales, ni tampoco como para emitir un informe para la fundación. Sin embargo, tampoco se limitó a archivar el expediente. En su memoria de 2017, detalla que examinó una “posible desviación presupuestaria” en las obras, así como “falta de aplicación de la normativa de contratación pública” al adjudicarlas. Asimismo, el texto apunta a un “presunto trato de favor” hacia el Consorci de Salut i Atenció Social de Catalunya.
Antifraude remitió sus conclusiones a la Sindicatura, con la que mantiene un acuerdo de colaboración. El ente fiscalizador, por su parte, corroboró que la información recibida fue “uno de los motivos” para abrir la auditoría a la fundación. También tuvo en consideración, añadió, que las cuentas presentadas por los gestores del hospital mostraban la persistencia de déficit. Sin embargo, la Sindicatura descartó volver a fiscalizar el periodo que ya había investigado Antifraude. Inició su examen en 2014, el año posterior a la denuncia y el inicio el actual plan de viabilidad, vigente hasta 2023. El informe está en elaboración. El director del Hospital, Francesc Guerra, corroboró que la Sindicatura ha pedido información económica. Valoró que es algo “habitual” y que “todos los entes públicos acabamos pasando por ellas”. Consideró que “no tiene mucho sentido relacionar la investigación de Antifraude con la actual revisión sobre el plan de viabilidad”.
