La acusada de intentar matar a su marido dice que las natillas con medicamento eran para ella
La vecina de Mollerussa niega haber agredido al hombre con una botella de cava
La vecina de Mollerussa acusada de intentar envenenar a su marido ha declarado este miércoles en la Audiencia de Lleida que las natillas con medicamento eran para ella. La mujer, de 54 años, ha negado durante la primera sesión del juicio que quisiera matar al hombre y ha afirmado que en ningún momento lo agredió con una botella de cava. La acusada ha añadido que fue él quien la agredió por negarse a mantener relaciones.
El hombre, por su parte, ha declarado que con su mujer discutían constantemente porque a ella le gustaba crear conflicto y que era muy celosa. Ha añadido que en una ocasión lo amenazó con un cuchillo. "Habíamos discutido, fue a la cocina e hizo ver que se cortaba las venas y al ir a impedírselo se giró y me apuntó con el cuchillo", ha explicado el hombre, que ha añadido que la mujer le explicó a los yernos que el valía más muerto que vivo para todas las hipotecas que tenían, tres en total, con los seguros de vida correspondientes.
Las hijas han corroborado la versión del padre y han asegurado que su madre es celosa y manipuladora. La hija mayor ha explicado que cuando vivía en casa de sus padres había presenciado insultos y alguna amenaza de la madre hacia su padre, como ahora "te haré la vida imposible", y que al revés, no. Ha dicho que a causa de las constantes discusiones, le pidió a la madre que pararan y que entonces la echó de casa.
La mujer fue detenida el 5 de febrero del año pasado en la casa de la pareja. La Fiscalia afirma que es autora de un delito de homicidio en grado de tentativa y, además de la pena de prisión, pide cinco años más de libertad vigilada, con una orden de alejamiento de 200 metros y una indemnización de 8.210 euros para el hombre.
La mujer está encarcelada preventivamente por estos hechos. Sufre un trastorno de la personalidad pero cuando lo hizo “conocía y valoraba perfectamente el alcance de sus actos”, según la Fiscalía. Según la acusación, la acusada “ofreció a su marido unas natillas para los postres en las cuales previamente había introducido ciclobenzaprina y zipoldem y sertralina, el primero un relajante muscular y los segundos con propiedades relajantes, y el hombre al notar un sabor extraño rechazó comerlas”. Posteriormente, le sugirió “que tomaran los dos un baño caliente (...) sabedora que el agua caliente facilitaría la bajada de tensión arterial de su marido”. Incluso lo acompañó al baño con una botella de cava, que “el hombre declinó beber”. Al salir de la bañera se produjo el ataque. La mujer, que salió primero, tiró al suelo a su marido y empezó a golpearlo, “primero con la mencionada botella y después con un objeto contundente de cristal que tenía en el baño”, siempre según la fiscal. El marido quedó herido y aturdido, pero consiguió zafarse de la mujer, que lo persiguió por las escaleras “empujándolo en varias ocasiones”. Intentó marcharse de casa pero la mujer se lo impidió, según la fiscal.
El hombre se encerró en la habitación de su hija y llamó al 112 mientras la mujer buscaba cuchillos en la cocina. Poco después, los Mossos d'Esquadra llegaron a la vivienda y tuvieron que romper un cristal de la puerta para poder entrar. El hombre todavía estaba encerrado a la habitación mientras que la mujer se había autolesionado en el baño.
La acusada, según el Ministerio Público, “había amenazado en muchas ocasiones” a su marido que “lo mataría si la dejaba’”.