REPORTAJE
El voto detrás de la frontera
La ubicación de Os de Civís, una isla comunicada con el Alt Urgell por una carretera andorrana, obliga a sus vecinos a coger el coche para depositar su voto en las urnas. Seguramente es la causa que explica la baja participación electoral en las últimas generales, de poco más del 40%. Muchos vecinos son portugueses.
L'alcalde pedani, Jordi Betriu (centre), amb alguns veïns com Helder Madureira i Joaquim Gonçalves, primer i segon per l'esquerra.
La singularidad geográfica de Os de Civís, Entidad Municipal Descentralizada (EMD) de Les Valls de Valira es que el único acceso rodado asfaltado que lo comunica con el resto del Alt Ur-gell y Catalunya es la Carretera General 6 (CG-6) de Sant Julià de Lòria, en el Principat de Andorra. Esto hace de la población un “pequeño mundo aparte” en el que hechos tan habituales como votar son, precisamente, algo poco usual entre sus vecinos. Lo demuestran los resultados de las últimas elecciones generales (2016) cuando solo un 43,73% de los vecinos fueron a votar, convirtiéndose así en el municipio con la participación más baja de la comarca.
las claves
- Censos. Les Valls de Valira, municipio al que pertenece, cuenta con 803 vecinos censados. La EMD de Os de Civís tiene 109 vecinos (según información del Idescat).
- El municipio en cifras. Les Valls de Valira tiene una superficie de 171,25 kilómetros cuadrados y se encuentra a 740 metros de altitud. La capital del municipio es Anserall. La localidad se sitúa a 3,4 kilómetros de La Seu d’Urgell y a 131 kilómetros de Lleida ciudad.
- Política. La participación electoral en las últimas generales de junio de 2016 fue del 43,7%, la más baja de la comarca. El partido vencedor entonces fue ERC , con un 31,64% de los sufragios. Le siguió la antigua CiU y EC P.
- Municipales. En las municipales de hace cuatro años, la participación fue algo superior, hasta el 54,3%. De nuevo, el partido ganador fue ERC -AM-MES , con un 62,94% de los votos.
Los núcleos más próximos a este microcosmos geográfico son todos andorranos. La capital del municipio, Anserall, o la de la comarca, La Seu d’Urgell, están al otro lado de la frontera y a más de 20 kilómetros y media hora de trayecto, siempre que no haya retenciones. Los vecinos, algo más de un centenar según el censo aunque apenas unas 60 personas viven de forma más o menos estable, según el alcalde pedáneo, Jordi Betriu, están habituados a desplazarse para comprar, hacer gestiones o ir al médico, pero tener que cruzar la frontera también para ir a votar “es algo que cuesta y la mayoría opta por dejarlo correr”.
“Antes habían venido los partidos a colgar carteles, pero hace tiempo que se ha enfriado”, dice el alcalde Casi la mitad de los vecinos son inmigrantes, sobre todo portugueses, y muchos podrían votar
Prácticamente la mitad son inmigrantes, sobre todo llegados de Portugal, que residen en el pueblo donde también tienen sus puestos de trabajo en alguno de los dos establecimientos hoteleros, uno de ellos regentados por el mismo alcalde pedáneo. Algunos disponen de la nacionalidad española y podrían cumplir los trámites para poder votar en estas elecciones generales pero “la mayoría no muestra interés alguno”, explica Betriu. Pero no todos actúan de la misma forma. Helder Madureira lleva dos años viviendo en Os de Civís y asegura que “la política me interesa mucho y creo que todos deberíamos implicarnos más en el día a día porque también nos afecta”, “soy un portugués diferente”, ríe. Joaquim Gonçalves, en cambio, lleva ya casi cuatro años residiendo en el pueblo pero reconoce que “no voto porque no me interesa ni me gusta la política”.
“Os es un pequeño mundo aparte”, dice Betriu, en el que los políticos “algunos años habían venido a colgar 4 carteles a la entrada del pueblo pero ahora está todo muy enfriado y ya hace tiempo que ni eso”. Tampoco es algo “que nos preocupe” porque “la gente que vota tiene claras las ideas y no necesita ver las caras de los candidatos”. También reconoce que “cada vez más se percibe una mayor decepción y desencanto” político y los vecinos del pueblo “están muy poco movilizados”.
La economía de Os de Civís se basa en el sector terciario, hotelería y turismo. Las dificultades provocadas por el aislamiento del territorio donde se enclava han fomentado la cooperación transfronteriza y la buena relación con las administraciones andorranas. Así, la gestión de los residuos y el mantenimiento de la vía de acceso van a cargo del Gobierno de Andorra. La EMD ha mejorado durante esta legislatura el sistema de cloración del agua y ha renovado el tejado y el acceso a la iglesia después de que el templo estuviera cerrado desde año 2012 por desprendimientos. Betriu explica que ahora buscan subvenciones para poder rehabilitar el interior de la iglesia y para volver a pavimentar la carretera de acceso, de la que la Diputación ya se ha hecho cargo de los primeros casi 2 kilómetros. Quedan por mejorar 4.
