REPORTAJE
El Poal, contra 155 (abstenciones)
La abstención logró en las generales de 2016 en El Poal más apoyos que cualquier partido, en concreto, 155, frente a los 114 y los 110 votos de las dos formaciones más votadas. Por lo demás, la campaña de las elecciones al Congreso y el Senado suele pasar también de largo, mientras que los esfuerzos se centrarán en las municipales que se celebrarán el próximo mayo.
Las elecciones generales de 2016 rompieron esquemas en El Poal, que es el municipio más pequeño de la comarca del Pla d’Urgell. Feudo convergente desde las primeras elecciones democráticas, en 2016 ganó ERC-Catalunya Sí con 114 votos, solo 4 más que CiU. Marcaron la diferencia los 7 votos en blanco y hasta 155 abstenciones, una curiosa cifra, que es la más elevada en unas elecciones en este municipio. Este resultado, probablemente, es producto de la situación política catalana y de la polémica construcción de una planta de biomasa en el término municipal que derivó en protestas y denuncias e hizo que el alcalde desde 2003 por CiU, Rafel Panadés, se presentara a las municipales de 2015 como independiente bajo las siglas de Units pel Poal (UpP). En las generales de 2016, ERC consiguió cuadruplicar los resultados de 2011 (con 28 votos) mientras que CiU se quedó con 110 (en 2011, CiU consiguió una amplia mayoría, con 190 votos).
Por otra parte, el voto del PP, que tradicionalmente representaba un 18% en los comicios a nivel general (uno de los más elevados en la comarca) también sufrió un destacado y progresivo descenso. Así, si en 2008 obtuvo 84 votos y en 2011, 94; en 2015 bajó casi a la mitad (55 y 33 a Ciudadanos) y en 2016, a 49 (junto con 26 a Ciudadanos). En total, se contabilizaron 354 votos (un 66,55%). Los esfuerzos en El Poal se centran más bien en las elecciones municipales. En este municipio desde la restauración de la democracia solo ha habido tres alcaldes: Miquel Ardèvol, Emili Salvia y el actual, Rafel Panadés. Salvia recuerda que “en los primeros mandatos democráticos, no importaba de qué partido eras. Todos éramos iguales, fueras del color que fueras, lo importante era tener personalidad y ganas de trabajar por el pueblo. Se consiguieron muchas cosas, empezando por pavimentar las calles que eran todas de tierra”. La idea de priorizar el municipio también la ha seguido el actual alcalde.
La coyuntura catalana y polémicas locales han marcado un cambio de voto en los últimos años
El primer edil también destacó que “la política estatal nos ha afectado a veces, de forma positiva, como cuando reformamos el consistorio a través del Plan Zapatero, y a veces negativa, como la reforma local estatal (Lrsal), que hizo que haya ciudadanos de primera y de segunda: en los pueblos con poco presupuesto no ha hecho mucho daño”, remarca.