El Govern exige a Fomento un plan inversor para la línea de Manresa

El conseller de Territorio, Damià Calvet, anunció ayer que la Generalitat trasladará al ministerio de Fomento un acuerdo entre los ayuntamientos y consells de la línea de Manresa, la Diputación y la Generalitat para exigir inversiones en este corredor ferroviario. Calvet asistió ayer a la reunión de la plataforma para la mejora de esta línea, donde se presentó el informe técnico del Institut Cerdà que encargó la Diputación. Calvet apuntó que este estudio “constata algo que ya sabíamos, que la R-12 tiene un déficit de inversiones brutal y que el territorio quiere que esta línea tenga las inversiones que le hacen falta y un buen servicio”. “Lo que hemos convenido es que llevaremos de forma clara una posición catalana a la mesa del ministerio de Fomento sobre el desarrollo de la red ferroviaria de Lleida”, dijo. Está previsto que el acuerdo (con aportaciones de ayuntamientos, consells, Diputación y Generalitat, entre otros) esté listo antes del verano y lo llevarán al ministerio una vez se haya formado un gobierno estatal. En esta reunión se deberán poner “cifras y calendario” a las inversiones en la línea de Manresa. En este sentido, el conseller apuntó que una parte “de los 4.000 millones del plan de cercanías que se prometió hace 10 años” Fomento y del que solo “se ha invertido un 14%” tendría que ser para la R-12. Calvet señaló que la línea de Manresa podría ser utilizada por un 70% de la población de Lleida y que solo la usa un 1,8%, algo que calificó como “inaceptable”. Según el conseller es necesario invertir en vías, catenarias, taludes, sistemas de seguridad, estaciones y en renovar los trenes. Aseguró que se tienen que “superar los actuales límites temporales de velocidad”, porque “55 kilómetros por hora no es una velocidad propia del siglo XXI”. “Todas estas exigencias se tienen que poner sobre la mesa de Fomento y obtenerlas”, apuntó. Calvet insistió en el traspaso de la titularidad de la línea a la Generalitat. El estudio del Institut Cerdà destaca los déficits de inversiones en la línea, lo que provoca accidentes y otras incidencias. Como ejemplo, solo durante los primeros 20 días del pasado mes de enero se registraron 3 averías, mientras que en 2018 fueron más de 40.