La unión de siete cotos de pesca en el Segre dispara el número de socios en tres años

La unión en 2016 de siete cotos de pesca del Alt Urgell y la Cerdanya ha disparado el número de socios en estas entidades en los tres últimos años. Ofrecen de forma conjunta un tramo de 170 kilómetros de río para pescar y esto ha llevado a que en alguna de las sociedades han multiplicado por más de dos el número de socios y otras que estaban en peligro de desaparecer continúan tirando adelante. El Club de Caza y Pesca del Alt Urgell ha pasado de apenas 150 socios en 2015, antes de la entrada en vigor del forfet unificado, a contabilizar hasta 350 esta temporada. Su presidente, Toni Vilarrubla, destaca que en lo que va de año ya se han dado de alta 40 socios, unas cifras que demuestran que “la afición por la pesca crece cada vez más”.Otras sociedades, como la de Organyà, situada en la parte baja del coto (abarca desde la cola del embalse de Oliana hasta la frontera con Francia, en Puigcerdà), se ha visto revitalizada hasta el punto que de estar en fase de desaparición, sin apenas ningún socio, cuenta ahora con una cincuentena de ellos. Su presidenta, Montse Codina, explica que la sociedad estaba “abandonada” y que incentivos como la unificación están permitiendo tirar adelante una sociedad que de 30 años de vida. Por situaciones similares han pasado la Sociedad de Pescadores Riu de l’Ingla-Bellver de Cerdanya, la Sociedad de Pescadores La Cerdanya o la Sociedad de Pesca Deportiva Martinet i Pont de Bar, que Vilarrubla explica que con una media de un centenar de socios cada una de ellas “han pasado de estar a punto de desaparecer” al no haber nadie que estuviera dispuesto a encargarse de la gestión a “continuar en activo después de ofrecerles una gestión conjunta que les ha facilitado el día a día” de las entidades. Por otra parte, la práctica de la pesca sin muerte ha aumentado en los últimos años. Hasta un 74% de los permisos se obtienen con esta condición.

Incremento del 23% del número de licencias del primer añoLa unión de los siete cotos de pesca deportiva de estas dos comarcas, los del Alt Urgell y la Cerdanya, no ha tenido una correspondencia en el incremento de permisos otorgados por el departamento de Agricultura, que dependen, tal y como explica Vilarrubla, del número de competiciones organizadas por el territorio. Así, mientras que la temporada del 2016 (la primera del forfet unificado) se cerró con un total de 2.936 permisos de pesca, un 23% más de las 2.382 licencias gestionadas en el 2015 (antes de la unificación), el balance de los años 2017 y 2018 los permisos bajaron hasta los 2.444 y 2.123 respectivamente. Vilarrubla lo explica por la celebración en el 2016 del campeonato de España de pesca de salmónidos con mosca, pruebas inexistentes las dos temporadas posteriores.