Condenado a dos años por un accidente en el que murió un mosso en La Fuliola

Dos años de prisión, 7 de retirada del carnet y el pago de una indemnización de unos 356.000 euros. Esta es la condena que un juzgado de Lleida ha impuesto a un conductor que el 31 de diciembre de 2014 chocó con su vehículo contra un coche patrulla de los Mossos en La Fuliola. En el siniestro falleció un agente y una policía resultó herida grave.

El juzgado de lo Penal número 1 de Lleida ha condenado a dos años de prisión a un conductor que la madrugada del 31 de diciembre del año 2014 colisionó con su vehículo contra un coche patrulla de los Mossos d’Esquadra en La Fuliola, causando la muerte de un agente de 40 años y heridas graves a una policía. Fue un juicio por conformidad después de que las partes llegaran a un acuerdo por la calificación. El conductor, un vecino de Balaguer que cuando se produjo el siniestro tenía 24 años, ha sido condenado a un año y medio de cárcel como autor de un delito de homicidio por imprudencia grave y a otro medio año de cárcel por un delito de lesiones imprudentes. Asimismo, la jueza le ha retirado el carnet de conducir por un periodo de siete años y deberá indemnizar, junto con la compañía aseguradora del vehículo, con más de 356.000 euros a los familiares de la víctima mortal y a la policía herida, según la sentencia a la que ha tenido acceso SEGRE. La familia del fallecido, representada por el letrado Dani Ibars, y la Generalitat de Catalunya ejercieron las acusaciones particulares.

La jueza considera probado que el acusado “dejó de prestar la debida atención a la conducción, desviando su trayectoria e impactando contra el coche patrulla”. El vehículo estaba estacionado a escasos metros de una gasolinera de la carretera C-53 a su paso por Boldú, núcleo de La Fuliola.

El vecino de Balaguer también ha aceptado la retirada del carnet durante siete años

El accidente se produjo a las 2.40 horas del 31 de diciembre de 2014, cuando el turismo impactó contra el bordillo que separa la carretera de la gasolinera y, tras circular unos 50 metros por uno de los accesos a la estación de servicio, impactó violentamente contra el coche patrulla por el lateral del conductor, lo que causó la muerte del agente, de 42 años. Su compañera, que cuando se produjo el accidente tenía 40 años, resultó gravemente herida con politraumatismos y otras lesiones que tardaron más de un año en curar (497 días) y estuvo unas dos semanas hospitalizada.

El accidente fue investigado por el Área de Tráfico de los Mossos d’Esquadra, que remitió su informe al juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Balaguer, que imputó penalmente al conductor. En fase de instrucción, el acusado declaró que ese día tuvo un brote psicótico antes del siniestro, que fue un accidente y que no tiene nada contra la policía autonómica. También afirmó que no recordaba haber visto un coche de los Mossos d’Esquadra con las luces azules encendidas. El acusado quedó libre con cargos pero ingresó en ese momento en el hospital Santa Maria.

El agente fallecido fue distinguido, a título póstumo, con la Medalla de Oro con distintivo rojo, la máxima condecoración de los Mossos d’Esquadra para los fallecidos en acto de servicio. La condecoración se colocó sobre el féretro durante un funeral multitudinario al que asistió el entonces conseller de Interior, Ramon Espadaler, y la excúpula de los Mossos, con Josep Lluís Trapero al frente.

Endurecen las penas por imprudencias al volante El 3 de marzo entró en vigor una reforma del Código Penal, aprobada por el Congreso e impulsada por la vecina de La Seu d’Urgell Anna González, que endurece las penas por imprudencias al volante, al incluir como agravantes el exceso de velocidad y el consumo de drogas o alcohol, y que vuelve a penalizar las lesiones causadas por estas conductas, además de sancionar el abandono del lugar del accidente. Con respecto al aumento de penas, se amplían, por ejemplo, las de prisión de los 4 años de máximo, como estaba establecido antes, hasta los 6 si se causa un mínimo de dos fallecidos o un fallecido y un lesionado muy grave.