Voluntarios recogen 8 toneladas de residuos del pantano de Oliana

Más de una veintena de voluntarios, gran parte de ellos del colectivo Per una Catalunya neta, participaron ayer en una acción de limpieza de la cola del pantano de Oliana. Trabajaron a lo largo de la mañana y contabilizaron 8.180 kilos de residuos y 400 ruedas de coche, parte de ellos recogidos en acciones llevadas a cabo durante el último mes y medio en varios tramos de la cola del embalse. La campaña, que se enmarca en de la iniciativa europea ‘Let’s Clean Up Europe’, buscaba concienciar a la población de la problemática de los residuos que van a parar al embalse.

Toni Olm, voluntario y representante de la Agència Catalana de l’Aigua en el Alt Urgell, explicó que se retiraron hasta 4.300 kilos de neumáticos, 1.200 de botellas y latas, 1.500 de plásticos duros (tubos y trozos de contenedores), 400 de cristal, 300 de materiales férreos, 30 de potes de pintura, 150 de garrafas de plástico y 300 de otros residuos. Olm explicó que llevan 3 años llevando a cabo campañas similares y que han retirado “unas 60 toneladas”, aunque los residuos acumulados en el pantano “son todavía numerosos” y calculó que “hemos conseguido retirar la mitad de ellos”. Por este motivo, insistió en la necesidad de concienciar a la población de esta problemática. Los voluntarios, que ayer limpiaron el tramo del río Segre más próximo al río de Perles (Fígols i Alinyà) estuvieron coordinados entre la Agencia de Residus de Catalunya y los ayuntamientos de Fígols i Alinyà, Coll de Nargó y Peramola. La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) se encargó de la gestión y financiación de la retirada de las ruedas y los Agentes Rurales trasladaron los al vertedero.

Un embalse para el regadío y una empresa de actividades El embalse de Oliana, que recoge las aguas del río Segre y está situado entre Oliana, Peramola y Coll de Nargó, fue construido por las Fuerzas Hidroeléctricas del Segre en 1959 y tiene una capacidad de 101 hectómetros cúbicos. A parte del uso hidroeléctrico con la central instalada a pié de la presa y gestionada por la Confederación Hidrográfica del Ebro, el agua del pantano sirve para asegurar el caudal del Canal d’Urgell para el regadío, que empieza a unos 35 kilómetros aguas abajo, y que también se provee del embalse de Rialb, inaugurado en 1999. La actividad lúdica y turística es menor, con la presencia de una empresa de actividades acuáticas desde el verano del 2016 que ofrece excursiones en caiac en el embalse. En la parte posterior del pantano hay un humedal de unas 50 hectáreas de superficie y que recibe las aguas del río Perles, donde se concentró la limpieza de los voluntarios.