Pugna por diversificar la economía de Baish Aran tras la estela del comercio de cliente francés

Los municipios del Baish Aran luchan por diversificar su economía y reforzar el turismo fuera de la temporada de esquí. Lo hacen tras la estela del comercio de cliente francés que fue motor de la economía de esta zona fronteriza hace dos y tres décadas. El turista galo aún compra tabaco, alcohol y productos de valor añadido a este lado de la frontera, explica Andreu Cortés, teniente de alcalde de Les y candidato a la alcaldía. En estos productos la diferencia de precio aún es elevada. Sin embargo, según Cortes, la clave está en “soluciones multisectoriales”. Por ejemplo, en la vecina Francia, las ayudas de la PAC europea se destinan en un 40% a fomentar políticas agrarias de conservación del sector en la montaña, lo que ha posibilitado crear y reforzar una red de oficios rurales como el de pastor.

En el Baish Aran insisten también en la necesidad de descentralizar algunos servicios actualmente concentrados en Vielha, la capital. Y la posiblidad más próxima está en la residencia geriátrica de Les, que se construye junto a la escuela de hostelería. La promueven Conselh Generau y Generalitat y servirá para acabar con la lista de espera que hay ahora en Vielha. En cuanto al cliente francés, “hay que recuperar ese mercado”, señala Amador Marquès, alcalde de Bossòst. “Debemos darnos a conocer de nuevo” y así lo apunta porque el turista que acudía a comprar al Baish Aran para aprovechar la diferencia entre el franco francés y la peseta ha envejecido y los municipios al otro lado de la frontera se han despoblado. Toulouse es un objetivo atractivo: “la ciudad próxima más importante y a menos de dos horas en coche”. Una de las ofertas posibles para este renovado público, y también para el cliente de Baqueira, es el proyecto de golf, así como el patrimonio cultural y natural del municipio.