Detenido un vecino de Maials por derribar el Arc d'Adà de Llardecans

Los Mossos d’Esquadra detuvieron el pasado miércoles a un vecino de Maials de 59 años como responsable de haber derribado el Arc d’Adà de Llardecans. Tras declarar en comisaría, quedó en libertad acusado de un delito contra el patrimonio histórico y deberá comparecer ante el juez cuando sea requerido. Los hechos ocurrieron el pasado 31 de marzo, cuando los Mossos tuvieron conocimiento del derribo del Arc d’Adà, considerado un símbolo de la comarca del Segrià. Efectivos de la Unidad de Investigación de la Policía Científica inspeccionar la zona y observaron que todas las piedras estaban esparcidas por el suelo y que en algunas había restos de pintura roja, azul y crema. Además, también encontraron restos de cristales de un vehículo. Los investigadores pudieron situar la presencia de un camión ligero en la zona, que fue localizado a finales de abril en Maials. Comprobaron que el camión presentaba desperfectos que habían sido reparados parcialmente de forma reciente.

Los agentes comprobaron que el vehículo presentaba varios golpes y rascadas en la parte superior de la cabina y que se había repintado. La investigación determinó que fue el causante del derribe del arco medieval y los agentes detuvieron al conductor. Desde el inicio de la investigación, la principal hipótesis era que el derribo lo había provocado un vehículo y la investigación policial se centró en identificar el conductor. El Arc d’Adà fue declarado Bien Cultural de Interés Nacional en 1949 y su recuperación podría finalizarse en breve.

Un vestigio protegido del siglo XIV El Arc d’Adà (también conocido como d’Adar) es un arco de punta sin ninguna estructura al lado, datado del siglo XIV que debió formar parte de una edificación medieval. Al lado quedan los restos de la capilla dedicada a Sant Marc, de origen románico y reconstruida en el XVIII, de la que solo se conservan las paredes. Tenía una altura de 3,60 metros y 6,30 metros de ancho, formado por 34 piedras.