LA CARA DE...
«He sufrido microrracismo»
Mariama Sall
“Soy la chica que en todas las reuniones dice: y si...” Así se presenta en una de las múltiples redes sociales en las que interactúa...
¡Esto es del currículum! Es que me gusta cuestionar, innovar e indagar si hay otras vías para hacer las cosas mejor...
Amplíe un poco quién es...
Pues nací en Lleida en 1994 de padres senegaleses. Me gradué en Administración de Empresas e hice un posgrado de Comunicación Corporativa. El posgrado me ha servido para tener una parte analítica sustentada en mi vertiente creativa.
¿Y de qué trabaja?
En una agencia de transformación digital de Lleida. Lo que hacemos es ayudar a las empresas, mediante el marketing digital, a superar los retos que se le plantean en este ámbito.
¿Ha tenido problemas racistas?
En términos generales, nada grave. Pero, al igual que el micromachismo, existe el microrracismo que sí he sufrido.
¿Algún ejemplo?
Pues hay gente que se sorprende de que sea graduada y tenga un posgrado. O cuando he ido a algún sitio por trabajo con una compañera blanca, se dirigen a ella al creer que yo no tengo tanta autoridad.
¿Cuándo se interesó en política?
El gerente de mi empresa es concejal de ERC en Mollerussa. Un día comentó lo importante que es participar en política en algún momento de tu vida y reflexioné sobre ello.
¿Y cómo entró en la lista?
Primero hablé con el director de campaña y después mantuve una minientrevista y una minirreunión con Miquel Pueyo. Encajamos bien y aquí estoy, iniciando un viaje para intentar cambiar la ciudad.
¿Milita en Esquerra?
No. Soy independiente.
Es la número 8. ¿Aspira a salir?
Creo que todo es posible y más después de los resultados de las generales, cuando superamos todas las expectativas.
Parece que será necesario pactar en la nueva Paeria. ¿Alguna preferencia?
No, pero lo que sí que sé es que no pactaremos con el bloque del 155, PSC, Cs y PP. Pero no quiero avanzar resultados.
¿Quién es su referente en ERC?
Me gusta Pueyo. Puede parecer tópico pero se lo justificaré. Ha sido capaz de entrar y salir de la política, de no vivir de ella. Esto, cada vez que ha salido elegido, le ha permitido aportar lo mejor del momento en que se encontraba.