PREVISIONES ANÁLISIS
El poder territorial vira hacia la izquierda pero pendiente de pactos
El mapa autonómico podría teñirse de rojo salvo Navarra, gracias al acuerdo electoral de los conservadores || Madrid apunta a un posible empate de bloques
Los ciudadanos están llamados este domingo a elegir los gobiernos municipales y los europarlamentarios, pero en buena parte del Estado también se renueva el poder territorial. Se elegirán los parlamentos autonómicos de todas las comunidades salvo Catalunya, País Vasco, Andalucía, Galicia y Valencia (esta última las hizo coincidir con las generales en abril). Todos los sondeos y encuestas electorales apuntan a la misma tendencia: las mayorías absolutas han pasado en la práctica a la historia y el voto de los ciudadanos vira hacia la izquierda , aunque quién gobernará puede que no se conozca ni en la madrugada electoral. Los analistas políticos hablan ya del voto finish, aludiendo a que los resultados pueden ser tan ajustados que sería necesario tener un recuento al cien por cien para conocer qué alianzas son viables tras las urnas y quién podrá gobernar.
Parece claro que los socialistas se impondrán en todas las comunidades, cuando en 2015 solo ganaron en dos, mientras que Cantabria se decantaría del lado de los regionalistas de Miguel Ángel Revilla y Navarra, que pasaría de las manos de Uxue Barkos (Geroa Bai) a la coalición conservadora Navarra Suma, que aúna a Unión del Pueblo Navarro, Partido Popular y Ciudadanos.
Los resultados se conocerán de madrugada y habrá que esperar prácticamente al último voto escrutado
Alcaldía y gobierno autonómico podrán volver a estar liderados por el mismo bloque
Quizás la lucha más encarnizada en estos momentos de campaña es la que se está viviendo en la comunidad de Madrid y por varias razones. Una de ellas es que la izquierda podría descabalgar al PP del poder después de 24 años. Además, podría volver a repetirse la misma tendencia en el ayuntamiento e ir de nuevo al unísono, después de que en esta legislatura la capital estuviera en manos de Manuelca Carmera mientras que Partido Popular dirigía la Comunidad. Otra razón a tener en cuenta es que perder Madrid dejaría a los populares sin su último gran bastión después de los malos resultados de los de Pablo Casado en las generales.
Además, en el caso de Madrid, se podría llegar a dar el caso de un empate entre bloques. Con el incremento de la población en esta región, se incrementa en tres el número de parlamentarios a elegir, con lo que la Asamblea estará compuesta por 132 escaños y podría darse el caso de que derecha a izquierda consiguieran 31 cada uno.
Pero estas elecciones autonómicas está también rodeada de varias incógnitas. La primera de ellas es la participación. Los socialistas temen que el hecho de ganar en las encuestas pueda relajar a su electorado y no conseguir repetir la victoria con la autoridad que demostró en las generales de abril. Otro de los interrogantes es el nivel de desgaste que pueda tener la ultraderecha de Vox, cuyo avance dañó especialmente los resultados de los populares. Algunos analistas dan por hecho una rebaja de las expectativas de los de Santiago Abascal, después de haber recogido hace poco más de tres semanas el voto muchos desencantados.