Interior y sindicatos de Bomberos sellan el acuerdo laboral hasta 2022

El conseller de Interior, Miquel Buch, y tres sindicatos de bomberos profesionales de la Generalitat firmaron ayer un acuerdo laboral hasta diciembre de 2022, ratificado por cerca de 70% de la plantilla del cuerpo y que pone fin a las protestas de los últimos meses por el colectivo y tras años de negociaciones y desacuerdos. El anterior pacto caducó en 2008 y fue sustituido en 2014 por un decreto sin el consenso de los sindicatos. Los sindicatos IAC- CATAC, Intersindical-CSC y CSIF firmaron ayer el nuevo acuerdo.En cambio, UGT lo firmará el lunes por su desacuerdo en hacer el acto público en campaña electoral, mientras CCOO no lo respaldó porque “tiene un carácter electoralista y no resuelve los problemas estructurales del cuerpo”.

Entre las medidas contempladas en el pacto, están la convocatoria hasta 2022 de mil plazas de bomberos funcionarios de la escala básica: la primera, de 250 plazas, ya está en marcha y se están realizando las pruebas de selección, mientras que ayer una nueva promoción de 150 aspirantes empezó el curso en el Institut de Seguretat Pública de Catalunya. También habrá promociones internas en el cuerpo y se recoge la jornada anual de carácter obligatorio de 1.688 horas para los años 2019 y 2020, con especificación de las guardias de 24 horas a realizar, mientras que la jornada anual de 2021 será de 1.664 horas y de 1.640 en 2022. Se ha acordado también un complemento de cobertura de mínimos de parques y otras unidades operativas, que será transitorio y temporal hasta el 31 de diciembre de 2020.

El conseller quiso destacar “la celeridad con que Interior ha gestionado el acuerdo”, para que “el próximo martes sea aprobado por el Govern con el fin de poder hacerlo efectivo el 1 de junio, como nos comprometimos con los sindicatos”. Previamente, la comisión de Retribuciones de la Generalitat y la mesa sectorial de la Función Pública le han dado su beneplácito.

Los sindicatos iniciaron las protestas el pasado diciembre, entre ellas la de no hacer horas extras voluntarias, lo que obligó a Interior a reducir a la mitad los efectivos por turno (de 46 a 23 en el caso de Lleida). En la capital del Segrià se manifestaron medio millar de bomberos de toda Catalunya.