CONSTRUCCIÓN CRISIS
Los alcaldes buscan una salida a los edificios abandonados por la crisis y exigen seguridad
Miralcamp valla el perímetro de un edificio de forma subsidiaria y Balaguer retirará una grúa en julio
La imagen de edificios en construcción abandonados a raíz de la crisis durante la última década es parte del paisaje en varios municipios de Lleida y junto a estas estructuras de hormigón también es recurrente la imagen de grandes grúas que se han convertido en la mayoría de los casos en punto en el que anidan las cigüeñas. Esta situación ha provocado que los alcaldes teman por la seguridad ya que el peso de los nidos puede poner en peligro la estabilidad de las estructuras metálicas. Los ayuntamientos buscan una salida a estos esqueletos y han reclamado a los propietarios que retiren las grúas o le den otros usos. En la mayoría de los casos no tienen a quién dirigir una orden porque las promotoras han desaparecido y los bancos no asumen la propiedad. Uno de estos casos es Miralcamp donde hace ocho años quedó parada la construcción de una residencia de ancianos. En este edificio hay en la actualidad dos grúas y diez nidos de cigüeñas. El hasta ahora alcalde, Melcior Claramunt, explicó que han sido varios los requerimientos a la promotora para que cerrara el edificio, aunque nunca ha respondido. Aseguró que ahora ha sido el ayuntamiento el que ha cerrado (vallado) el perímetro de forma subsidiaria. Respecto a las grúas, aseguró que de momento no hay peligro de estabilidad. En Balaguer, el próximo mes de julio se retirará una grúa de obra sobre la que también anidan ocho parejas de cigüeñas después de conseguir que una entidad bancaria ejecute el desmantelamiento. Según el alcalde, Jordi Ignasi Vidal, no se puede desmantelar ahora porque es época de nidificación de las aves y “hasta julio no se podrá sacar al tratarse de una ave protegida”. El jefe de los Agentes Rurales en Lleida, Llorenç Ricou, explicó que cada vez son menos la obras que paralizan por la nidificación, aunque hasta que las crías no se van no se puede actuar. También en El Pont de Suert el ayuntamiento ha requerido al titular de un edificio al lado de la oficina de turismo a retormar las obras o reduzca el impacto visual.
Revisión de edificios y caducidad de licencias de obra Las estructuras de inmuebles a medio hacer han acabado teniendo otros usos o en el mejor de los casos se han retomado las obras aunque adaptándolos a los cambios de normativa urbanística actual. El secretario técnico del colegio de arquitectos de Lleida, Pau Forns, explicó que el hormigón tiene durabilidad a largo plazo, pero necesita algo de protección y revisar la estructura en función del estado de la obra. Aseguró que no suele ser habitual una fuerte degradación y solo se contemplaría el derribo en casos extremos que derivan en situación de ruina. La Paeria de Lleida también ha iniciado la declaración de la caducidad de la licencia urbanística para obras en un edificio en el número 22 de la calle Lluís Roca y de otro en el 54 de la Rambla Ferran, cuyas obras llevan años paralizadas y en el que solo está en pie el esqueleto de hormigón. La caducidad comporta la necesidad de solicitar nuevas licencias urbanísticas si quieren reemprender y finalizar las obras.