Doctor Music achaca el fracaso del festival al veto del Govern a Escalarre

La promotora Doctor Music achaca el fracaso del festival al veto de la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) a su celebración en Escalarre al encontrarse en zona inundable. Esta prohibición provocó el traslado del festival al circuito de Montmeló, donde el nivel de ventas no ha sido el esperado y esto ha llevado a su cancelación definitiva.

Doctor Music achaca el fracaso del festival al veto de la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) a su celebración en Escalarre al encontrarse en zona inundable. Esta prohibición provocó el traslado del certamen al circuito de Montmeló, donde el nivel de venta de entradas no ha sido el esperado y la empresa ha cancelado el festival (ver SEGRE de ayer). Ahora, la promotora descarta volver a Escalarre “si no cambia la normativa” de inundabilidad. El decreto estatal sobre zonas inundables fue lo que provocó que el ACA vetara su celebración en el Sobirà.

El organizador, Neo Sala, aseguró ayer en una entrevista a El Món a Rac1 que “en Escalarre, si no cambia la normativa no nos lo volveremos a plantear porque no queremos volver a tener un susto como este”. Sala apuntó que tampoco tienen previsto volver a organizar un Doctor Music “a corto plazo” porque “a parte de la pérdida económica, que es importante, la pérdida emocional y de ilusión es muy alta”. En este sentido, aseguró que cuando anunciaron el traslado del certamen a Montmeló, devolvieron un 80% de las entradas y el bajo ritmo de ventas en el nuevo emplazamiento “no ha sido suficiente para contrarrestar la cantidad de pases que devolvimos”. Asimismo, señaló que “hemos perdido mucho dinero” y que “abortamos porque vimos que iba a salir muy mal y no habría sido una experiencia gratificante para el público y los artistas”. Sala explicó que a mediados de marzo, tras el “dictamen destructivo” del ACA ya se plantearon cancelar el festival. Además, arremetió contra el organismo de cuenca y aseguró que “se nos facilitó un mapa con las zonas afectadas” por la inundabilidad, “se habló de buscar conjuntamente soluciones” y estuvimos “más de 12 meses hablando con ellos y con reuniones de forma constructiva para que cumpliendo la normativa se pudiesen tomar medidas que garantizaran que allí no habría ningún problema”. “Esto dio un vuelco y lo que eran facilidades se convirtió en aplicar la normativa al máximo nivel y de una manera totalmente destructiva” y Sala apuntó que esto podría deberse a que “los ecologistas hicieron pública su oposición” al festival.