ENERGÍA RENOVABLES
Proyectan convertir una mina abandonada de carbón en la mayor central solar de Lleida
La antigua explotación a cielo abierto de Minera del Baix Segre en Seròs, cerrada desde 2010 || Tramitan una gran planta fotovoltaica capaz de suministrar energía a toda la población del sur de la comarca
Convertir una antigua mina a cielo abierto abandonada en Seròs en una central de energía solar de un tamaño y potencia nunca vistos en Lleida. Esto es lo que plantea un proyecto sobre la mesa de la Generalitat para dar uso a sesenta hectáreas que acogieron hasta el año 2010 la explotación de carbón de Minera del Baix Segre. Una empresa leridana, Inmokapital 1988 SL, ha adquirido esta superficie para instalar en ella más de 147.000 paneles fotovoltaicos y sumar así una potencia de 45 megavatios (MW). Esta cifra está muy por encima de cualquier instalación solar construida hasta ahora: equivale a casi la mitad de todas las que están conectadas a la red eléctrica en las comarcas leridanas.
La producción eléctrica anual de la planta una vez en marcha se calcula en 70,2 millones de kilovatios hora (kWh), el equivalente al consumo medio de más de 21.400 viviendas. Esto supone generar energía suficiente para abastecer a toda la población del sur del Segrià.
Tras la compra del suelo, el coste de construir esta central se estima en 28 millones de euros. El ingeniero redactor del proyecto, Javier Biela, explicó que será viable vendiendo electricidad a precio de mercado, sin las primas del Estado a las energías renovables. Asimismo, estima que la inversión quedará amortizada en 15 años, la mitad de los 30 años de vida útil que prevé para esta instalación.
La ubicación elegida responde a dos factores. En primer lugar, es un espacio degradado y sin figuras de protección, donde la Generalitat abre la puerta a este tipo de iniciativas. En segundo lugar, la antigua explotación minera conserva líneas eléctricas que podrán usarse para evacuar la energía de los paneles solares, sin necesidad de construir una nueva.
Este proyecto ha iniciado su tramitación ambiental en un momento en que proliferan centrales fotovoltaicas aún mayores en todo el mundo. El fuerte descenso del precio de los paneles solares, un 80% más baratos que hace una década; y la posibilidad de obtener economías de escala con grandes instalaciones explican en buena medida el auge de complejos de una envergadura cada vez mayor.