Un motorista denuncia la colocación de una cuerda en un camino que casi le degüella

Un grupo de motociclistas de ruta en el Alt Urgell tropezaron el pasado domingo con una desagradable sorpresa que podía haber acabado en tragedia. Uno de ellos, C.D.C., vecino de Lleida pero nacido en Oliana, iba a la cabeza del equipo, que realizaba un recorrido de comprobación previo a una carrera que se celebrará con el Moto Club Segre el próximo noviembre. Hacia las 11 de la mañana, según consta en la denuncia presentada por el afectado, el grupo se encontraba al paso por un camino cerca de Sarinyana, en el término municipal de Bassella, cuando el que iba a la cabeza del equipo tropezó con una cuerda, de plástico con trozos de alambre, que le impactó en el cuello, donde le provocó una quemadura de unos 20 centímetros de longitud en sentido horizontal.

La cuerda estaba colocada entre dos árboles cruzando el camino a más de un metro de altura, lo que hizo pensar al denunciante que el cable se ubicó en este espacio de forma intencionada para impactar sobre el cuello de motociclistas o ciclistas. Este camino es de titularidad privada, aunque está entre dos accesos comunales, y la propiedad, que se ha desvincluado del siniestro, ya ha mostrado a los afectados su malestar por los hechos denunciados.

Tras el impacto de la cuerda contra el cuello del motorista, esta se descolgó finalmente del árbol, por lo que las heridas no fueron más allá. Tampoco cayó de la moto porque el cable dejó de presionar el cuello. La policía autonómica ha abierto una investigación para determinar quién pudo colocar la cuerda. El afectado ha comunicado los hechos también al ayuntamiento de Bassella tras alertar de la peligrosidad de este tipo de incidentes.

De hecho, no es la primera vez que motociclistas o ciclistas hallan trampas en medio de caminos rurales o forestales que ponen en riesgo su integridad. El más conocido de estos casos fue el sucedido en Rosselló hace unos tres años.

Por otro lado, la zona del incidente ocurrido el domingo es muy concurrida por aficionados a las motos. Según la denuncia, el grupo no encontró sin embargo más cables o cuerdas a lo largo de su recorrido.

Otros casos denunciados en el Segrià, la Noguera y Les Garrigues Trampas en caminos y en trialeras de montañas aparecieron a lo largo del año 2016 en varios municipios del llano de Lleida. Las primeras se detectaron en febrero de ese año en Rosselló, en cuya sierra se encontraron desde alambre espino en el suelo hasta troncos y rocas colocadas deliberadamente en cambios de rasante y lugares de poca visibilidad para derribar a ciclistas. Cazadores y aficionados a la BTT colaboraron para detectar las trampas y retirarlas, mientras que el ayuntamiento delimitó circuitos de bicicleta de montaña para aseguar la compatibilidad de esta actividad y la caza. A lo largo del mismo año, hubo también hallazgos de tablas en el suelo con clavos cuyas puntas apuntaban hacia arriba en la sierra de Bellmunt, entre La Sentiu de Sió y Bellcaire d’Urgell. Asimismo, excursionistas dieron la alerta en L’Albagés tras detectar trampas de alambres elevados a un metro del suelo en senderos.