“Nunca había visto nada igual: era una lluvia de ceniza y humo”

Una pavorosa nube de humo que crece y lo tiñe todo de un inusual color amarillo. Este era el paisaje que se dibujaba ayer en el Baix Segre y parte de Les Garrigues, donde algunos vecinos no encontraban palabras para describir su nerviosismo ante el mayor incendio en Catalunya de los últimos veinte años. “El campo es mi vida y nosotros solos no estamos preparados para hacer frente a las llamas”, apuntó Ramon Llop, de Bovera, donde ayer se vivió más intensamente la evolución del fuego y cerca de 60 vecinos se movilizaron para proteger las masías que corrían más peligro. “A las 6 de la mañana he intentado cortar las llamas tirando agua con una pala, pero el fuego podía más que yo. Se quemará todo porque los Bomberos no hacen nada para pararlo y lo que está pasando aquí es un desastre”, zanjó emocionado. Desde Maials, Marta Jové dijo que “estamos desesperados porque aún no sabemos hasta dónde van a llegar las llamas”, y explicó que las alarmas saltaron el miércoles por la tarde cuando “entre el humo y el calor no se podía ni respirar. Nunca había visto nada igual”. En esta línea se expresaron Joan y Montserrat, un matrimonio de la misma localidad que aseguró que “había momentos en los que había tanta ceniza que parecía que había nevado en pleno mes de junio”. Hasta 50 tractores participaron ayer en la construcción d un cortafuegos para proteger todo el perímetro del pueblo. “Ya no podemos hacer nada más que esperar, pero el terreno es pura pólvora de lo seco que está y seguramente afectará muchas más hectáreas”, apuntó el agricultor Robert Mola mientras lamentaba que “tengo 38 años y nunca veré el paisaje como estaba antes. Esto me produce una inmensa tristeza, no solo por el perjuicio económico que nos podría acarrear si continúa extendiéndose sin control −perderíamos toda la cosecha y el terreno quedaría yermo durante años−, sino porque las llamas están destruyendo todo el ecosistema”. Aunque el fuego apenas se aproximaba ayer por la mañana al límite del término de La Granadella, los vecinos movilizaron todas las cubas de agua ante una posible maniobra de extinción. Joaquim Flix, pastor de profesión, tenía claro que “he visto muchos fuegos pero como este, ninguno. Tenemos el incendio muy cerca”.

El alcalde de Maials, David Masot, afirmó esta pasada madrugada en TV3 que “ha habido falta de efectivos, debemos ser claros. Nos hemos visto un poco indefensos”, coincidiendo con quejas en este sentido de otros vecinos de la localidad.

Los Bomberos sofocan otros dos incendios en Lleida y Almenar Los Bomberos de la Generalitat también trabajaron ayer por la tarde en otros dos incendios de vegetación en las comarcas de Lleida. Seis dotaciones se desplazaron hasta Almenar tras ser alertados a las 14.04 horas. El fuego calcinó rastrojos en la zona conocida como la Baixada de l’Àngel. A última hora de la tarde, otras seis dotaciones acudieron a un incendio que se declaró entre Lleida y Albatàrrec, entre el canal de Seròs y la autopista AP-2. Al parecer, se produjeron al menos tres focos simultáneos por lo que no se descarta que hayan sido obra de un pirómano.