“El disgusto es muy grande; al ver tu finca no te ves con ánimos de volver a empezar”

Bonaventura Sabaté y Sebastià Florensa son dos agricultores de Maials cuyas fincas han resultado afectadas por el gran incendio de la Ribera d’Ebre, el Segrià y Les Garrigues, que los Bomberos dieron por controlado el domingo por la noche, cuatro días después de su inicio. Sabaté, de 55 años, y Florensa, de 65, visitaron ayer sus fincas por primera vez tras la tragedia. SEGRE les acompañó. Al primero, el fuego le ha dañado una parcela de unas 5 hectáreas en las que tiene olivos y almendros. “Todavía no se puede hacer una valoración, con el paso de los días podremos calcular los daños, pero no es solo lo quemado, también hay árboles que han muerto por las altas temperaturas del fuego”. El incendio también ha calcinado 25 hectáreas de dos fincas de olivos de Sebastià Florensa. “Estos terrenos han perdido todo su valor. Hay que tener en cuenta que son olivos centenarios. Con la situación actual esta zona no se recupera hasta dentro de 100 años”. Ambos afirman que “nosotros no queremos subvenciones, queremos que esta tierra se recupere lo antes posible”. Sin embargo, Florensa asegura que “el disgusto es muy grande y cuando observas cómo ha quedado tu finca, no te ves con ánimos de volver a empezar”.

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, pidió el pasado domingo a todos los afectados que hagan una valoración de los daños registrados en sus fincas para poder empezar con el plan de choque (ver SEGRE de ayer). Por su parte, el conseller de Interior, Miquel Buch, rebajó ayer a 5.050 las hectáreas finalmente calcinadas. Del total, unas 1.700 son leridanas: 1.045 en Maials, 433 en Llardecans, 99 en Bovera y 89 en La Granadella. El fuego todavía no ha sido extinguido.