Peligran 100 puestos de trabajo por el fuego en la empresa de Cervera

La Paeria de Cervera ha cedido las tres salas disponibles del Centre d’Empreses Innovadores (CEI), ubicadas en la antigua Lear, a Iberspa, la empresa de bañeras a la que el lunes se le quemaron las instalaciones en un espectacular incendio. Según el alcalde, Ramon Augé, “tenemos como objetivo que no pare la actividad de la empresa”. Así, comentó que inicialmente podrán dar continuidad a los departamentos administrativo y comercial.

El fuego afectó también la planta de producción de la multinacional gallega Cortizo. Así, quedó destrozado el tejado, el muro posterior donde se ubica la planta de producción y la maquinaria. Según manifestó Ramon Augé, tanto Iberspa como Cortizo han pedido a la Paeria sendas naves de 4.000 metros cuadrados para poder dar continuidad a la producción. El paro de estas dos factorías de Cervera afecta también a otras empresas auxiliares del polígono, por lo que se calcula que el incendio pone en peligro más de un centenar de ocupaciones en la capital de la Segarra. El grupo gallego Cortizo, dedicado a la producción de sistemas de aluminio para la construcción, está afincado desde 2009 en Cervera, donde dispone de una nave de 5.000 metros cuadrados y genera una veintena de empleos. Además, la empresa compró el pasado mes de enero al Institut Català de Finances una parcela de 12.000 metros cuadrados ubicada en los terrenos de la antigua cárnica L’Agudana para lanzar su expansión. Con una plantilla aproximada de 1.200 trabajadores, el grupo gallego Cortizo es el primer fabricante y distribuidor de sistemas de cierre para la construcción de España.

El incendio en las naves de Iberspa se pudo controlarel lunes a las 19.07 horas, si bien hasta ayer por la tarde la zona permanecía confinada y controlada. Los trabajadores salieron por su propio pie a la calle y no hubo heridos. La fuerte humareda llevó a Protección Civil a recomendar a los vecinos que no salieran de sus casas. Ayer se podía ver en Cervera vecinos que circulaban con mascarillas. Entre estas, una trabajadora de Correos, Lola, comentó que “me paso el día en la calle repartiendo cartas, y el humo del incendio no es nada bueno”.