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REGADÍO PLANIFICACIÓN

La UE ve insuficientes las medidas ambientales del Segarra-Garrigues

Cree que aún no cumple la sentencia contra el canal, mientras el Govern prepara un plan financiero para garantizar las obras || Diez años de la llegada del agua

Obras para soterrar tuberías del riego en Verdú, uno de los sectores donde avanzan las obras.

Obras para soterrar tuberías del riego en Verdú, uno de los sectores donde avanzan las obras.X. SANTESMASSES

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La autoridad medioambiental de la Comisión Europea sigue analizando la documentación que aporta la Generalitat sobre el cumplimiento de la sentencia condenatoria contra el canal y, por el momento, considera que todavía no se ha cumplido lo que requiere el fallo, del año 2007 y que se preveía zanjar el pasado 2018. El último calendario fijaba en finales del año pasado la fecha para completar la aplicación de medidas para salvar el impacto ambiental de las obras sobre la fauna protegida. Sin embargo, siete meses después la solución sigue en el aire. A raíz de la sentencia de hace 12 años, la Generalitat rehizo la Declaración de Impacto Ambiental del canal para ajustarla a los requisitos de la UE, en la que basa las medidas que aplica ahora. Mientras, la semana pasada el riego cumplió diez años: el 5 de julio de 2009 el agua llegó a la primera finca del canal, ubicada en Oliola, en la que se plantaron patatas.

Por otra parte, la conselleria de Agricultura está ultimando un nuevo plan económico financiero que debe permitir desencallar los proyectos del canal Segarra-Garrigues y asegurar su presupuesto para al menos los próximos diez años. El departamento que dirige Teresa Jordà confirmó que prevé tener listo el PEF este mismo julio. El proyecto de regadío, diseñado para convertir casi 70.000 hectáreas de secano, ya contaba con un plan económico financiero que contemplaba las inversiones de la Generalitat necesarias para llevar a cabo las obras (inicialmente, unos mil millones de euros) a lo largo de una década. Sin embargo, la lentitud de las obras a causa de la adhesión ralentizada de los regantes, así como su encarecimiento (unos 250 millones más sobre la previsión), obligaron, primero, a prorrogar el PEF hasta 2019 y ahora a elaborar una una proyección para la próxima década. Actualmente están en marcha algunas obras, como las de la red secundaria en Verdú, pero otras tantas que cuentan con la adhesión requerida de los regantes están pendientes de arrancar. Según las fuentes consultadas, el PEF permitirá dotar de presupuesto las obras del canal cada año independientemente de lo que ocurra con los presupuestos anuales del ejecutivo catalán.

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