ENTREVISTA DIPUTACIÓN
«Vamos a servir a los municipios, no a hacer favores»
El nuevo presidente de la Diputación desgrana en esta entrevista las claves de los primeros días de su mandato. Avanza, por ejemplo, que asumirán la titularidad de alguna de las carreteras en situación crítica del Pirineo, que crearán una comisión específica para las comarcas de montaña y que celebrarán comisiones de gobierno fuera de la sede provincial. Su investidura llegó después de varias semanas de negociación con JxCat, en las que hubo momentos de duda por la ruptura de ERC y JxCat en la Diputación de Barcelona.
¿Por qué ha costado tanto cerrar el pacto con JxCat? ¿Esperaban al resto de diputaciones?
No ha sido por eso, aunque lo que ha pasado en Barcelona no ha ayudado. El pacto ha sido muy trabajado. Creo que los acuerdos son muy buenos para ambos. Y, aunque hay un reparto de áreas, tenemos claro que esto no es un reino de taifas, sino que seremos un equipo.
Durante el último mandato, ERC era beligerante con el gobierno (primero de CiU y luego de PDeCAT) y algunos diputados repiten. ¿Ha cambiado la relación?
Quizás este fuera uno de los puntos que ha costado, pero hemos ido cogiendo confianza. Éramos beligerantes, sobre todo, en el reparto de subvenciones a los municipios. Pero ahora hemos acercado posiciones y hemos llegado a consensos muy importantes.
¿El pacto durará cuatro años, pase lo que pase en Catalunya?
Por supuesto.
¿Lo digo por si hubo presiones de las direcciones de los partidos que puedan volver?
No hemos recibido presiones y, en cambio, han dejado que los órganos del territorio tomaran las decisiones.
Ustedes querían que el Comú entrara en el gobierno. ¿Por qué no ha sido así?
Me hubiera gustado mucho. Me siento cercano a ellos ideológicamente. Hubiese querido tenerlos al lado. Quizás lo estén. Dijeron que no querían entrar en un gobierno con el grupo que gobernaba hasta ahora. Querían un cambio total. Yo creo que el cambio igualmente es posible.
En su discurso, el Comú fue contundente y dijo que están para explicar lo que pasa aquí, apuntando al hermetismo de la institución. ¿Coincide?
La institución debe abrirse, evidentemente. La Diputación debe tener las paredes de cristal. Debemos poder explicar todo lo que pasa aquí.
¿Qué es lo primero que hará en este principio de mandato?
Analizar la casa. Tenemos previsto hacer cambios que se notarán, pero hay que entender cómo funcionan todas las áreas. Hay que hablar con los trabajadores, contar con ellos y comenzar a trabajar. Lo prioritario, que no sabemos si podrá estar este año porque los presupuestos están muy avanzados, es encontrar sistemas de reparto equitativo para todos los municipios.
¿En qué más se notará el cambio, teniendo en cuenta que la mitad del gobierno es del partido que gobernaba hasta ahora?
En la forma de gobernar. La gobernaza republicana. Primero, la transparencia y acercar la institución a los municipios. Hay que salir de esta casa. Ir a los consells, a los municipios. No estamos aquí para hacer favores a nadie. Estamos al servicio de los municipios y de la gente pero aquí no se viene a pedir favores.
¿Cree que había sido el lugar de los favores?
En cierta manera teníamos esta sensación en el pasado mandato, sobre todo al principio.
Hay proyectos emblemáticos de los últimos años como Torrelameu, Maials o la fibra óptica. ¿Los mantendrán?
Todo lo que sea a favor del territorio lo mantendremos. La fibra óptica es fundamental. Sin embargo, tenemos otro problema en el territorio: todos los municipios deben tener una accesibilidad decente por carretera. Queremos impulsar un Plan Zonal y que en todas las poblaciones una de las carreteras principales no dependa del ayuntamiento, sino de administraciones más fuertes como la Generalitat o la Diputación.
¿Asumirán carreteras municipales?
Es nuestra intención, sí. Hay que mirar cómo está el presupuesto y cómo podemos hacerlo.
¿Uno de los casos sería Sant Esteve de la Sarga?
Por ejemplo, hay que analizarlo. Pero casi le anuncio que alguna de estas carreteras puede pasar a manos de la Diputación.
Esquerra también ha sido beligerante con el caso Boreas. ¿La Diputación se ha personado finalmente como parte?
Sí. Nosotros pedimos iniciar la comisión. Cuando retomemos el trabajo en comisión una será esta. No se trata de investigar, pero sí de saber y dar a conocer lo que pudo ocurrir. Tenemos mucho interés en que no vuelva a ocurrir algo así, si ocurrió.
Este será el segundo gobierno provincial de ERC después del de Jaume Gilabert (2007-2011). ¿En qué se diferenciarán?
Creo que la situación del país es muy distinta, pero la filosofía será la misma.
En su primera entrevista como presidente, en 2007, Gilabert dijo que le hubiera gustado ser el último presidente de la Diputación. ¿Cree que hay que retomar el debate sobre el papel de estas instituciones?
A todos los presidentes que somos de ERC nos gustaría ser el último presidente de la Diputación. Siempre es momento para este debate. De hecho, el debate nacional se cerró en falso después del 1-O. Pese a todo, debo todo mi respeto a la mesa que ocupo porque pese a ser un instrumento del Estado español, con ella podemos ayudar mucho a los municipios.
En su discurso ha hablado del papel central de los municipios. En los años de crisis y la reforma local se han sentido ahogados. ¿En qué momento los ve? ¿Qué deben reivindicar?
Lo han pasado muy mal. Hay que derogar o replantear la reforma local (LRSAL). Muchos municipios están saneados. En el próximo pleno de Bellvís nos quedaremos a déficit cero. La LRSAL es una intervención asboluta de nuestras finanzas. La Diputación debe reclamarlo en cualquier foro.
¿Qué relación quieren tener con la oposición?
Mano tendida. Me gustaría que aportaran propuestas.
Más allá del papel como ayuntamiento de ayuntamientos, ¿cree que la Diputación debe hacer políticas en otros sectores como el agrario?
Debemos estar al lado del sector. Por ejemplo, a través del Creba o de Promeco. Como territorio también debemos apoyar infraestructuras como el Corredor Mediterráneo o el eje que va al País Vasco, donde hay muchas oportunidades. Hay que apoyar la agricultura también para evitar la despoblación.