Ricard Expósito: «La tragedia en Horta pudo ser peor, no hubo descoordinación»

Ricard Expósito tiene el incendio de Horta de Sant Joan grabado en la memoria. Actual jefe de los Bomberos de les Terres de l’Ebre, el 21 de julio de 2010 era el coordinador de las unidades de élite Graf en Horta. También compareció en el Parlament durante la comisión de investigación. Su imagen quemando una cerilla (ver foto que acompaña esta entrevista) tuvo una gran repercusión mediática. ¿Por qué hizo lo de la cerilla?

Para demostrar que en situaciones de emergencia se deben tomar decisiones en el tiempo que tarda en quemarse una cerilla. Se hizo una utilización política de esa comisión, que no tuvo por objetivo mejorar la situación del cuerpo sino que provocaron un incendio político y mediático.

A lo largo de estos años ha quedado la duda de que no se hicieron las cosas bien ¿Existió descoordinación y qué es lo que realmente sucedió?

Descoordinación no hubo y se dijeron verdaderas mentiras. Fue una desgracia que pudo haber sido mayor. Las condiciones meteorológicas cambiaron de repente, entró el viento (garbinada), subieron las temperaturas y el fuego retrocedió en zonas parcialmente quemadas, como la que ocupaban los bomberos que fallecieron. Había 128 bomberos en la zona en aquel momento que entraron en situación de riesgo extremo.

El de Horta de Sant Joan supuso un antes y un después en la extinción de incendios forestales. ¿Qué es lo que ha cambiado?

La máxima prioridad siempre ha sido salvaguardar a las personas. No solo han evolucionado las técnicas de extinción sino también el tipo de incendios. Hablamos de incendios de sexta generación. Así, por ejemplo, los de primera generación eran aquellos que el propio agricultor podía apagar. Ahora estamos hablando de fuegos que en un par de horas calcinan 1.500 hectáreas como el de este verano. Avanzan a una velocidad de unos seis kilómetros por hora, no hay capacidad de extinción atacándolo directamente. Ha habido un cambio de estrategia, se trata de crear y priorizar una zona de seguridad por delante del incendio.

¿Es decir, prever cómo puede evolucionar?

Sí, si intentas ir a todos los sitios donde quema, al final no llegas a ninguno de ellos. Hay que asegurar el perímetro y priorizar la seguridad, como cortar carreteras, aunque tengas que ‘sacrificar’ hectáreas. Cuesta de entender pero es así.

¿Por eso se hablaba de que el de la Ribera d’Ebre y Ponent podía calcinar 20.000 hectáreas?

Exacto. Tuvimos que priorizar un flanco para evitar que se dirigiera al Montsant.

¿Son fuegos forestales más peligrosos?

Sí. Es una carrera de doble velocidad. Ahora hay mucha más vegetación por lo que hay más combustible, y el cambio climático, con más temperatura y menos lluvias. Cuando la vegetación quema, lo hace con más intensidad.

Ponga un ejemplo.

Tiene una mayor capacidad de saltar. En este último incendio, una bola de fuego saltó a un kilómetro de distancia. Se te va de las manos.

Se quejan del material actual.

Somos de los cuerpos más preparados pero tenemos gran parte del material viejo y obsoleto. El primer día del fuego de la Ribera d’Ebre se averían tres vehículos, uno de ellos fue la segunda dotación activada.