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La Granja cierra edificios de viejas minas para evitar que los okupen

Personas en busca de trabajo en la fruta se instalaban en ellos en los meses de verano|| Inmuebles abandonados e insalubres con riesgo de desprendimientos

Una pared de ladrillos y una valla metálica impiden el paso hasta los edificios.

Una pared de ladrillos y una valla metálica impiden el paso hasta los edificios.MAGDALENA ALTISENT

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El ayuntamiento de La Granja d’Escarp ha precintado los edificios abandonados de la antigua mina de carbón de Lignitos del Segre, unos inmuebles gravemente deteriorados que, en los últimos años, habían albergado en verano a personas que buscaban trabajo en la campaña de recogida de fruta. El riesgo de desprendimientos y la insalubridad se había convertido en una preocupación para el consistorio. Una pared de ladrillos y una cerca metálica impiden ahora acceder a los edificios, cuyas entradas están además selladas bajo montículos de grava para evitar que los okupen. Es el primer verano en años en que están vacíos.

Las obras para sellar los edificios de la antigua empresa minera se ejecutaron durante el pasado invierno, más de medio año después de que el ayuntamiento diera los primeros pasos para actuar en ellos. Los trabajos estuvieron precedidos por una larga investigación para determinar quiénes eran los presuntos propietarios de los inmuebles. Solo tras localizar a herederos de los propietarios de la empresa, ya desaparecida; y de comprobar que estos habían renunciado a tomar posesión de los inmuebles abandonados, el ayuntamiento pudo llevar a cabo estas obras de forma subsidiaria en unas construcciones que no son de su propiedad. El deterioro de estos edificios y la insalubridad de su entorno justifican esta actuación por parte del consistorio.

Las edificaciones vinculadas a la mina de Lignitos del Segre están a menos de medio kilómetro del pueblo de La Granja. Se construyeron hace más de setenta años, y llevan abandonadas más de dos décadas. Da fe de ello la dificultad de localizar a herederos de los dueños de la explotación minera.

Además de representar un riesgo para la seguridad y la salud de las personas, la publicación durante años de imágenes de personas alojadas en condiciones precarias en estas edificaciones llegó a perjudicar la imagen de los agricultores de la zona, a pesar de que estos disponen de alojamientos para sus empleados que sí reúnen condiciones de habitablidad.

Una pared de ladrillos y una valla metálica impiden el paso hasta los edificios.

Una pared de ladrillos y una valla metálica impiden el paso hasta los edificios.MAGDALENA ALTISENT

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