Obras para dar riego provisional al Aragón y Catalunya en 3 días mientras reparan el canal

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha iniciado obras para reparar el tramo del canal de Aragón y Catalunya que se hundió el pasado lunes en Tamarit de Llitera (ver SEGRE de ayer). El organismo estatal explicó que estos trabajos se iniciaron la tarde del mismo lunes, pocas horas después del incidente, y que se ejecutarán de forma ininterrumpida durante las 24 horas del día hasta cumplir dos objetivos. En primer lugar, restablecer el regadío de forma provisional en 18.000 de las 20.000 hectáreas afectadas de la localidad oscense, donde el suministro de agua está ahora interrumpido. En segundo lugar, reconstruir el tramo dañado del canal principal.

Fuentes de la CHE apuntaron a que el riego provisional podrá ponerse en marcha en un plazo aproximado de tres días, el mismo que baraja la comunidad del Aragón y Catalunya. Esto será posible gracias a retrobombeos de caudal aguas abajo del tramo afectado, algo que requerirá también conducciones provisionales, según apuntaron fuentes de los regantes. Las dos mil hectáreas que, según la CHE, no se beneficiarán de este suministro temporal serán las más cercanas al punto donde se hundió el canal. Las mismas fuentes recordaron que esta incidencia se circunscribe al término municipal de Tamarit y que no afecta a fincas de Lleida, que se abastecen de Santa Ana.

La comunidad apunta a la necesidad de inversión estatal para conservar los canales más antiguos

En cuanto a la reapertura del tramo de canal hundido, la Confederación no pudo avanzar ayer una fecha para finalizar las obras, ni tampoco cuánto costarán. Los regantes, por su parte, apuntaban a la posibilidad de que concluyan en una semana. El punto que sufrió la rotura estaba demolido ayer a mediodía, y también varios metros de esta infraestructura. Fue el resultado de una inspección para determinar el alcance de los daños, que estableció también que será necesario sanear los terrenos expuestos a filtraciones. Cabe recordar que la fuga de gran cantidad de agua a través del tramo hundido provocó un socavón de grandes dimensiones en el camino paralelo al canal.

En las fincas de Tamarit que quedaron anegadas por la rotura del canal, el agua dejó tras de sí terrenos erosionados, campos cubiertos de piedras arrastradas por el caudal y conducciones subterráneas de riego que han quedado al descubierto. Las parcelas inundadas el pasado lunes sumaron una superficie de entre 80 y 90 hectáreas. El presidente de la comunidad de regantes del Aragón y Catalunya, José Luis Pérez, apuntó la necesidad de inversión estatal para la conservación de los canales más antiguos.