Andorra espera poner fin el jueves a las largas colas desde la frontera con Lleida

El gobierno Andorra aprobará hoy la construcción, en un plazo de tres días, de un muro de hormigón para evitar más derrumbes en la zona donde el sábado hubo un gran desprendimiento de rocas ante del centro comercial Punt de Trobada. Así, prevé poner fin a las colas kilométricas en sus accesos desde Lleida a partir del próximo jueves.

El gobierno de Andorra prevé que la normalidad en la circulación entre el Principado y la frontera de la Farga de Moles se recupere a partir del próximo jueves, tras un fin de semana de colas kilométricas e interminables para miles de conductores afectados por las restricciones al tráfico impuestas tras el alud de rocas del sábado ante el centro comercial Punt de Trobada. El gran alud de rocas, que no provocó daños personales, se produjo sobre las 06.00 horas y cortó completamente durante seis horas el acceso a Andorra desde Lleida a través de la CG-1. El suceso provocó colas kilométricas, que ayer se repitieron y que no cesarán hasta que restablezca por completo la normalidad en la circulación por el doble carril por cada sentido del tráfico. De momento, hay un paso alternativo exclusivo para motos y turismos por el parking del hipermercado, con un carril en cada sentido.

Precisamente, para poder restablecer el tráfico, el ejecutivo andorrano anunció ayer la construcción de un muro de hormigón de 27 metros y unos pilares con tablones para evitar nuevos riesgos de deslizamientos en la zona cero. Es la medida principal que acordará hoy el Consejo de Ministros extraordinario, durante el cual se aprobará la declaración de estado de emergencia. Esto permitirá agilizar la contratación de las empresas que realizarán las obras. La previsión, si la meteorología lo permite, es que el muro y los tablones estén listos el miércoles 15 de agosto.

El gobierno andorrano aprobará hoy el estado de emergencia para agilizar las obras sobre el terreno

Asimismo, el gobierno de Andorra confía en que los camiones y autobuses –desviados desde el sábado por la frontera francesa del Pas de la Casa– podrán recuperar hoy su paso a través de la CG1. Sin embargo, en el caso concreto de los buses, los pasajeros deberán bajar del vehículo y hacer un tramo a pie mientras el conductor atraviesa la zona conflictiva sin viajeros, para evitar que su gran peso provoque movimientos de tierra. Camiones y autobuses podrán circular por un único carril. Tendrán que pasar uno a uno bajo un estricto control policial y geológico para garantizar que no hay ningún percance. El jefe de Gobierno de Andorra, Xavier Espot, detalló que el riesgo de nuevos desprendimientos es “limitado” en el conjunto de la zona afectada, a excepción del punto más cercano al Almacén de Sant Julià de Lòria, donde el ejecutivo reconoció estar “preocupado”. Espot dijo que se observaron grietas y los técnicos han previsto que haya nuevos desprendimientos en este punto. Además, Espot garantizó que el desprendimiento no ha provocado afectaciones graves a las reservas hoteleras. Sin embargo, según explicó al Diari d’Andorra la Unió Hotelera d’Andorra, las cancelaciones llegaron hasta el 10%, en un fin de semana que esperaban que sirviese para “remontar” el sector. Aún así, dijo que la “reacción rápida” del gobierno evitó “una catástrofe”.

Catalunya ofrece “apoyo técnico” con el aeropuerto de La Seu El conseller de Territori, Damià Calvet, explicó que “en conversaciones con el gobierno de Andorra por el desprendimiento, el departamento ha ofrecido soporte técnico poniendo a su disposición el aeropuerto de La Seu, así como la colaboración del Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya”. Según el jefe de gobierno andorrano, Xavier Espot, todo apunta a que el suceso estaría relacionado con unas obras que se estaban haciendo en la zona. “Explicaremos todos los detalles de las gestiones hechas”, remarcó en relación a las conversaciones con el Comú de Sant Julià de Lòria sobre las obras. “Todo apunta a que el gobierno cumplió sus obligaciones”, aseveró.