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CARRETERAS INCIDENCIAS

Andorra seguirá cortando el tráfico tras abrir la vía afectada por el alud

Las obras para asegurar la ladera de la montaña obligarán a interrumpir la circulación de forma intermitente|| Nuevas retenciones, aunque menores, de hasta 4 kilómetros

Los trabajos para instalar el muro provisional avanzaban ayer a buen ritmo.

Los trabajos para instalar el muro provisional avanzaban ayer a buen ritmo.C. SANS

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La reapertura mañana de la carretera general 1 de Andorra en los dos sentidos de la marcha no pondrá fin a las restricciones de paso en esta vía, parcialmente cerrada desde el gran desprendimiento de rocas que sufrió el pasado sábado. El Gobierno andorrano afirmó ayer que, si bien cumplirá con el plazo previsto para restablecer la circulación, los trabajos para asegurar la ladera de la montaña obligarán a efectuar cortes de tráfico intermitentes. Ayer seguía el paso alternativo de vehículos pesados por el carril más apartado del alud, mientras que los ligeros circulaban alrededor del centro comercial Punt de Trobada. Hubo retenciones, aunque fueron menores que las del lunes: llegaron a unos cuatro kilómetros, frente a más de diez el día anterior.

Fuentes del Ejecutivo del Principat apuntaron que, mientras duren los trabajos para asegurar la ladera, habrá “pequeños desprendimientos” controlados para sanear la zona, algo que “puede levantar polvo y dificultar la visión en algunos momentos”. Por este motivo, está previsto que agentes de policía estén presentes en la zona de forma permanente para “cortar el tráfico si es necesario y asistir a los conductores”. Por su parte, el centro comercial Punt de Trobada prevé reabrir sus puertas al público entre mañana jueves y el sábado. Gran parte de la plantilla trabaja todavía en tareas de limpieza del inmueble tras el desprendimiento.

Por su parte, el ministro de Ordenación Territorial, Jordi Torres, explicó que la zona del alud de rocas estaba catalogada “de riesgo bajo de desprendimiento”. A raíz de los hechos del sábado, reconoció Torres, será necesaria una revisión de la información geológica. Fuentes del Gobierno andorrano indicaron que desde las seis de la mañana del pasado sábado ha caído de la montaña “unos 30.000 metros cúbicos de piedras y tierra”.

En otro orden, el Ejecutivo andorrano ha encargado un informe para establecer posibles responsabilidades del desprendimiento, en una zona excavada para un centro comercial que no se construyó. Si el titular de los terrenos es responsable del alud, podría tener que pagar los trabajos en la ladera, según publicó el Diari d’Andorra.

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