Problemas estructurales han obligado a cerrar hasta tres iglesias en Lleida

Solo una de las tres iglesias cerradas por desprendimientos en Lleida está en obras. Es la de Alpicat, cuya reapertura se espera a principios de 2020, mientras que aún no hay previsiones para la de El Palau d’Anglesola, clausurada en agosto; ni la de Algerri, a la espera desde abril de 2018. Tampoco hay fecha para reconstruir el campanario de Rosselló.

Tres iglesias están cerradas tras sufrir desprendimientos en las comarcas de Lleida, y solo una de ellas está en obras para poder acoger de nuevo ceremonias religiosas. Los trabajos en el templo de Sant Bartomeu de Alpicat deberán permitir reabirlo a principios de 2020, mientras que todavía no hay previsión para iniciarlos en el de Nostra Senyora de la Purificació de Algerri; ni en el de Sant Joan Baptista de El Palau d’Anglesola. Tampoco hay todavía una fecha prevista para la reconstrucción del campanario de la iglesia de Sant Pere de Rosselló, que se derrumbó en enero de 2016.

Las misas en El Palau d’Anglesola se reparten desde el pasado agosto entre la llar de jubilados y la residencia para la tercera edad Ca la Cileta, entre otros emplazamientos. La iglesia de esta localidad del Pla es la última cerrada hasta ahora en Lleida como consecuencia de desprendimientos. En este caso fueron en el interior del edificio de la diócesis de Solsona, en el falso techo sobre el coro.

En Alpicat, el local municipal de La Unió acoge a los feligreses desde que, el pasado mes de febrero, quedó clausurada la iglesia de Sant Bartomeu. Está previsto que las obras para reparar el tejado se prolonguen durante un mínimo de seis meses. La espera está resultando mucho más larga en Algerri, donde el templo lleva ya 16 meses cerrado y todavía no hay previsión de iniciar obras. Desde el pasado mes de abril, las ceremonias religiosas se ofician en un local propiedad del ayuntamiento.

Tanto la iglesia de Alpicat como la de Algerri forman parte de la diócesis de Lleida. Fuentes del obispado indicaron que, en el caso del templo de la Noguera, los estudios para determinar el estado del inmueble se prolongaron hasta julio y que esperan aún las conclusiones (ver desglose). Las mismas fuentes aseguraron que cada año revisan y limpian los tejados de las iglesias, y que también se analiza el interior de los templos.

En los últimos años, seis templos de las comarcas de Lleida han cerrado ante desprendimientos. A las tres cerradas, hay que sumarles las de Rosselló, La Granja y Almenar, que actualmente están abiertas después de obras para rehabilitarlas.