El récord de contratación de personal avala los buenos datos del turismo este verano

El sector de la hostelería de Lleida cerró el pasado mes de agosto con un récord histórico de contratación de personal, que alcanzó la cifra de 10.491 empleados afiliados a la Seguridad Social, según datos el ministerio de Empleo recogidos por el gremio en Lleida. Esta cifra supone un 3,4 por ciento más en relación al mismo mes del año pasado, que va en la línea de los ascensos registrados en Catalunya (3,1%) y España (3,7%).

También el número de autónomos dados de alta en este sector ha repuntado este verano, algo que no hacía desde el verano de 2015, hasta situarse alrededor de los 9.000.

Los expertos auguran un otoño lluvioso, que podría solucionar un mal inicio de temporada

En cuanto a los trabajadores del sector, su aumento confirma las buenas perspectivas de los profesionales del turismo en Lleida en cuanto a los visistantes en verano, ya que la previsión del patronato de Turismo era igualar o incluso superar la cifra de turistas del verano pasado, que alcanzó el récord de 615.000 visitantes y 1,7 millones de pernoctaciones entre todas las modalidades de alojamiento.

El presidente de la Federación de Hostelería en lleida, Josep Castellarnau, dijo que, si bien se confirman los buenos augurios del sector, el incremento de la contratación responde también a que “por ley no se pueden hacer horas extras”, lo que ha obligado a emplear a más personal. Castellarnau se refirió así a la normativa que obliga desde el pasado mayo a todos los trabajadores a fichar a la entrada y la salida de sus puestos de trabajo, en parte, para evitar el abuso de las horas extras. En cualquier caso, el repunte contrasta con las dificultades denunciadas reiteradamente por el gremio de hosteleros en Lleida para encontrar personal para cubrir los meses de verano, dada la elevada competencia de los alojamientos en la costa. De hecho, hasta ahora la mayor cifra de contratación se había registrado coincidiendo con la temporada de esquí o Semana Santa y este año se situó en marzo, con 10.339 afiliados. El gerente de la Federación de Hostelería, Ramon Solsona, reiteró la necesidad de hacer más atractivos los destinos de interior también para el personal que debe dar servicio a los turistas.

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La temporada de setas apenas ha comenzado este final de verano por la falta de lluvias acumulada desde junio. Las últimas registradas en el Pirineo (sobre todo la semana del 19 de agosto, con 69 litros por metro cuadrado en un día en el Pont de Suert, 80 litros en dos días en Sort o 100 litros en Llavorsí y Espot el día 20) han permitido aflorar algunos rovellons y ceps pero de forma escasa y muy alejada de las cifras del año pasado, cuando las lluvias dispararon la producción hasta registros no alcanzados desde 2014.

Juan Martínez y Eduardo Collado, expertos micólogos del Centre Tecnològic Forestal del Solsonès y la UdL, señalan que las lluvias han sido este verano muy localizadas y hay lugares típicamente boletaires que no han visto aún ninguna producción. Solsonès y Cerdanya lo ejemplifican. En cambio, en el Alt Urgell se han comenzado a ver algunos camagrocs y en la Ribagorça han aflorado los primeros ceps y rovellons, aunque tímidamente. Pese al mal inicio, la temporada podría animarse este próximo otoño, ya que las predicciones apuntan a un mes de octubre lluvioso, señalan los expertos.

Elisabet Campi, de Natura Bolets, empresa del Alt Urgell especializada en setas, considera que “aún no es tarde, por lo que sería muy prematuro augurar una mala temporada”. Añadió que “las setas esperan más tormentas de tarde y una bajada de temperaturas” para empezar a aflorar.

Campi recordó que la campaña de setas de primavera “fue nefasta” como consecuencia de las temperaturas bajas. “Faltó temperatura para que salieran setas”, dijo, y añadió que ahora, tras algunas tormentas de tarde, “continúa haciendo demasiado calor”, de modo que “si sale algún rovelló no estará en condiciones”, concluyó, informa C. Sans.