Ipcena acusa a la Administración de "manipular" los datos sobre ataques de osos

Ipcena ha enviado esta semana una carta reclamando a la ministra de Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, que no atienda la petición para expulsar ninguno de los osos de los Pirineos, ante la reunión prevista el día 17 en Madrid. Las comunidades firmantes del programa Life de reintroducción del oso pardo en los Pirineos tienen previsto reunirse aquel día con el Ministerio de Transición Ecológica y "una de los peticiones que llevarán será la expulsión del oso Goiat, y en el caso de la Val d'Aran, también la expulsión del oso Cachou", según ha dicho el portavoz de Ipcena, Joan Vàzquez.

Los ecologistas califican de "muy positivos" los datos sobre el número de ataques que se han registrado este 2019 en el Pirineo catalán, en el momento en que "hay más osos en el Pirineo", más de una cuarentena. Según los datos que ha obtenido Ipcena del Departamento de Territorio y Sostenibilidad y que los ecologistas han hecho llegar a la ministra, este año se tendrían que contar 18 ataques a ganado, concentrados sobre todo en Aran y en el Pallars Sobirà, de los cuales seis se atribuyen a Goiat. Sin embargo, también se ha responsabilizado a este mismo oso de otros ataques que han tenido lugar a Francia y a Aragón. El año 2018 fueron 81 los ataques de osos a ganado en territorio catalán, de los cuales 11 los habría protagonizado Goiat. En 2017 fueron 45 los ataques contabilizados (17 atribuidos a Goiat), y en 2016, un total de 33.

Ipcena atribuye, sobre todo, este descenso al incremento de medidas de protección puestas en marcha el año pasado para prevenir el ganado de posibles ataques. Por eso, la entidad reclama la necesidad de seguir implementando y que "se obligue a los ganaderos a reagrupar los rebaños". En el caso de Goiat, Vàzquez considera que este oso "ha adecuado su comportamiento" y ha pasado de ser "menos carnívoro a más herbívoro".

Ipcena defiende que con los datos actuales "no se dan, de ninguna de las maneras, los supuestos recogidos al protocolo para expulsar ninguno de los osos de los Pirineos". Vàzquez ha acusado al Conselh Generau de Aran, pero también los tres gobiernos autonómicos implicados, de "manipular" los datos sobre los ataques por "intereses políticos" con el fin de poder justificar así la petición para expulsar estos dos huesos.

En este sentido, Ipcena sostiene que la expulsión de alguno de los ejemplares "supondría una infracción muy grave de la Directiva de Hábitats de la UE" y ha recordado que el oso pardo está considerado una especie protegida declarada en peligro de extinción. Así, desde de Ipcena ya han advertido que, en caso de que se acabara acordando la extracción de algunos de los huesos, la entidad ecologista estudiaría acciones legales y movilizaciones a fin de que se pudiera acabar llevando a cabo.