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Torà y Llobera, a la greña por sus límites y el 'traspaso' de una masía

La reunión de alcaldes y vecinos que se mantuvo ayer en Torà.

La reunión de alcaldes y vecinos que se mantuvo ayer en Torà.X.SANTESMASSES

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El alcalde de Llobera, en el Solsonès, Ramon Angrill, manifestó ayer que si no hay acuerdo en el traspaso de la masía de la Vila de Llanera, en Torà, a Llobera, está dispuesto a oponerse a que Torà reciba agua de la Mancomunidad del Solsonès e incluso a que pueda segregarse y pasar a esta última comarca. Angrill, que reconoció que la Justicia ha dado la razón a Torà en esta polémica, manifestó que “en ningún momento se ha tenido en cuenta la voluntad del vecino afectado”, que quiere pertenecer al Solsonès. La proximidad de la masía a Llobera ha hecho que, históricamente, esta haya utilizado algunos servicios de este municipio. Se trata de la finca donde se ubica el dolmen de Llanera, que hace unos años también entró en conflicto por su adscripción. Finalmente, la Generalitat también se pronunció en favor de Torà. Por su parte, el alcalde de Torà, Magí Coscollola, indicó que, históricamente, los puntos de referencia de los límites del agregado de Llanera son claros y la Justicia ya se ha pronunciado al respecto (ver SEGRE del día 13).

Los alcaldes de Torà y Llobera mantuvieron ayer un primer encuentro en Torà con la subdirectora de Asistencia Jurídica e Innovación a la Admistración Local, Àngels Canals, en la que estuvieron presentes vecinos de Llobera y, en concreto, el propietario de Mas de la Vila, Joan Viladomat. Canals manifestó que la Generalitat ejecutará la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, si bien pidió la colaboración de los alcaldes y vecinos para ultimar la delimitación de Llanera y Llobera. Por este motivo el próximo 10 de octubre tendrá lugar un segundo encuentro en la zona afectada para ultimar la cuestión.

El conflicto de la delimitación de Torà, Biosca y Llobera se remonta a hace más de tres décadas sin que se haya conseguido solución. Hace dos años Biosca cedió a Llobera las masías de Folch y Miravalls, unas 35 hectàreas.

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