La denunciante de agresiones sexuales en Guissona: "Cruzaba la puerta de casa y sentía que estaba en el infierno"
La madre y la hermana de la víctima declaran que el acusado, padrastro de la chica, es "agresivo", mientras que el hombre niega los hechos
"Era cruzar la puerta de casa y sentir que estaba en el infierno". Así lo ha relatado la chica que ha denunciado agresiones sexuales por parte de su padrastro en Guissona (Segarra) desde que ella tenía 8 años y hasta los 15. La chica, que ahora tiene 24 años, ha declarado este miércoles protegida por una mampara en el juicio que se ha hecho en la Audiencia de Lleida. El hombre ha negado los hechos. "Nunca, nunca, nunca he tocado a mis hijas", ha dicho. Tanto la víctima, como su hermana media y su madre, en cambio, han declarado que cuando convivían el acusado era una persona muy agresiva, que las insultaba, las pegaba y que le tenían "miedo". La víctima, que ha necesitado hacer una pausa durante su declaración, ha relatado las agresiones, que empezaron con tocamientos y llegaron hasta las violaciones y el sexo oral no consentido.
Las psicólogas del servicio de atención a la víctima (EATAV) que han atendido a la chica después de que denunciara han declarado que el testimonio de la víctima es "creíble" y que su relato es "coherente" y "sin contradicciones". Además, añaden que su estado responde a la situación explicada vivida. La fiscalía pide trece años y medio de prisión para el hombre, de 44 años, por un delito de agresión sexual continuada.
La chica ha dicho que no denunció los hechos hasta 2016, cuando tenía 21. Fue entonces cuando se lo explicó a su doctora y ella le dijo que lo tenía que denunciar. También porque sufría por si su padrastro hacía lo mismo con sus hermanas. La chica ha declarado que el acusado la pegaba y la insultaba "con cualquier excusa" y que los tocamientos empezaron cuando ella tenía unos ocho años y su padrastro le estaba poniendo una crema en los moratones que él mismo le había causado.
Ha dicho que un día le explicó a su madre que el hombre la había "tocado" pero que no la creyó y se sintió "desprotegida". Más tarde las agresiones se fueron agravando hasta el punto que un día, ha explicado, el acusado la intentó penetrar analmente. Finalmente a los 15 años le plantó cara, los tocamientos pararon y se marchó de casa, ha explicado.
La víctima ha añadido que actualmente no puede trabajar porque tiene mucha ansiedad y depresión. A nivel social, no puede ir a Guissona aunque tiene allí las amigas, ha dicho, porque se puede cruzar con el acusado y no se siente segura. Las agresiones que denuncia también han afectado, dice, las relaciones con sus parejas porque "cuando tengo relaciones íntimas me viene en la cabeza su cara", ha añadido.
La hermana dice que su padre era "agresivo" y que sabía que alguna cosa pasaba
Una de las hijas del acusado, seis años menor que la denunciante, también ha declarado en el juicio y ha explicado que su padre es "agresivo", que el ambiente en casa no era el de una familia normal y que insultaba y pegaba a la madre y los hijos (dos niñas biológicas y un niño y una niña de su pareja).
La hermana de la víctima también ha dicho que ella sabía que alguna cosa pasaba. Ha relatado que el hombre trataba mal especialmente a su hermana. "No vi cómo la pegaba pero la veía llorando y con moratones", ha dicho. "A mí me daba miedo mi padre y a mi hermana también le daba mucho miedo".
Además, ha relatado entre lágrimas que cuando era pequeña oyó como en la litera de encima su padre obligaba a hacer "alguna cosa" a su hermana que ella no quería. "Recuerdo escuchar que ella decía que no". La hermana de la víctima cree que todo lo que le ha pasado a su hermana le ha afectado "muchísimo". Ha hecho que no pueda continuar con su vida.