RIEGOS CAMPAÑA
La falta de lluvias deteriora el agua de riego en el tramo bajo del Segre
Obliga al Segarra-Garrigues a incrementar los filtros y tratar el agua || El caudal se reduce después del tramo urbano de Lleida y aumentan las algas y los nutrientes
El caudal reducido del tramo bajo del río Segre a causa de la falta de lluvias y del incremento de los usos en verano ha deteriorado la calidad del agua del río Segre en su tramo bajo, lo que afecta al regadío del Segarra-Garrigues, que se ha visto obligado a incrementar el filtrado de las aguas y a aplicar tratamientos adicionales. El director de la adjudicataria del canal (Aigües Segarra-Garrigues, ASG), Miquel Sacrest, explicó ayer que la reducción de caudales y el empeoramiento de la calidad del agua han motivado las quejas de los regantes, que deben incidir en la limpieza de los filtros del agua en sus propias fincas.
En paralelo, ASG aplica también un tratamiento químico en el agua que consiste en inyectar peróxido de carbono, más conocido como agua oxigenada, en la estación de bombeo de Albatàrrec. El Segarra-Garrigues tiene dos puntos de captación: el pantano de Rialb y el río Segre en Albatàrrec. El primero no se ha visto afectado ya que el caudal del Segre es suficiente en esta zona. Sin embargo, en el tramo que discurre después de Lleida empeora y favorece la aparición de algas y nutrientes. A través del peróxido de carbono se reduce su presencia. El tratamiento químico del agua es inocuo de cara al cultivo, incidió el director de ASG. Sacrest añadió que actualmente están llevando a cabo una valoración económica sobre el coste que supone solucionar esta incidencia. Incidió en la gran diferencia de calidad del agua entre las dos captaciones, situadas a unos 70 kilómetros de distancia, y señaló que también han registrado la presencia de especies invasoras como la almeja asiática. De hecho, los problemas a causa del bajo caudal del agua comenzaron en esta zona del canal en la campaña de 2017 y, según Sacrest, las quejas han disminuido.
El canal comenzó a detectar problemas en 2017 y ha confirmado la presencia de almeja asiática
Esta incidencia afecta a otros regadíos de la zona, como el de Torres de Segre, el Segrià Sud y el Garrigues Sud, según fuentes cercanas, si bien en estos casos el agua se somete a mayores procesos de decantación, lo que mejora su estado.
Agustí Escur, presidente de la montaña de Llessui, explicó que este imprevisto comportará un sobrecoste económico y de trabajo a los propietarios del ganado, que deberán afrontar el gasto de alimentar a las reses unos días o semanas más de las previstas
fuera de la montañas. En esta zona pastan 1.100 vacas y terneros, 4.000 ovejas y 200 yeguas. Los ganaderos se remontan a 2012 para hallar una situación similar de sequía en alta montaña.
Ganaderos repliegan sus reses por falta de pastos Ganaderos usuarios de la montaña de Llessui para los pastos han tenido que avanzar el regreso de vacas y ternernos por falta de comida en las zonas altas. Las olas de calor del verano y la falta de lluvias han reducido los pastos en relación a otras temporadas. Tradicionalmente los ganaderos trasladan el ganado hacia el 4 de octubre, pero este año han avanzado el regreso hasta tres semanas.