TRIBUNALES JUICIO
“Cuando entraba por la puerta de casa sentía que vivía en el infierno”
Una joven relata en la Audiencia las agresiones sexuales que sufrió por parte de su padrastro en Guissona || Fiscalía solicita una pena de 13 años y medio de cárcel
Una joven de 24 años relató ayer en la Audiencia de Lleida las agresiones sexuales de las que acusa a su padrastro en Guissona desde que tenía 8 años hasta los 15, cuando decidió irse de casa para acabar con los abusos. “Cuando entraba por la puerta de casa sentía que vivía en el infierno”, declaró la víctima durante su relato, que tuvo que interrumpir en varias ocasiones ante la ansiedad que le provocó recordar los episodios de agresiones. Por su parte, el acusado, P.D.B.A., de 44 años, solo quiso responder a su abogado, negó los hechos y aseguró que “nunca he tocado a mis hijas”. La joven explicó que los abusos comenzaron cuando tenía 8 años, momento en el que el acusado la golpeó con un cinturón por sacar malas notas y le hizo tocamientos. Unos abusos que, según su declaración, incluso se producían en presencia de sus hermanas pequeñas y que intentó explicar a su madre cuando tenía 10 años, pero no la creyó.
“Cogía cualquier excusa absurda para castigarme. Le tenía miedo. Cada día era una tortura”, señaló la joven, que insistió en que no lo denunció antes porque el acusado la había amenazado con hacerles daño a su madre y a su hermano. Además, explicó que finalmente decidió interponer la denuncia, cuando tenía 21 años, porque tenía miedo de que su hermana pequeña, que ahora tiene 10 años, también estuviera siendo víctima de abusos por parte de su padrastro. “Me sentí desprotegida porque nadie me creía”, afirmó. La víctima lleva tres años de baja laboral por la ansiedad y la depresión que padece a causa de los abusos. En el juicio declaró otra hermana de la víctima (hija biológica del acusado), que aseguró que su padre era agresivo y le tenían miedo. Entre lágrimas, relató que, cuando era pequeña, oyó cómo su padre obligaba a su hermana a “hacer algo” que ella no quería. Por su parte, la madre de la denunciante señaló que el acusado era “agresivo”. Entretanto, las psicológicas del servicio de atención a la víctima (EATAV) de la Generalitat afirmaron que el relato de la víctima es “creíble” y que no presenta “fabulación” ni “contradicciones”. La Fiscalía solicitó una pena de 13 años y medio de prisión por un delito de agresión sexual continuada y la acusación particular, 15 años. La defensa pidió la absolución.