Cervera despide el albergue de la Sagrada Família

Cientos de vecinos de Cervera recorrieron ayer las estancias de la Sagrada Familia, la antigua casa señorial que desempeñó las funciones de colegio, guardería y, en los últimos nueve años, albergue del Camí de Sant Jaume y Sant Ignasi de Loiola. La capital de la Segarra se despedía así de este histórico edificio, durante una jornada de puertas abiertas celebrada antes de clausurarlo. La marcha de las tres monjas que lo regentaban deja al municipio sin 70 plazas de alojamiento para visitantes, la mayoría de las que había en la localidad (ver SEGRE el 11 de septiembre). El ayuntamiento no puede asumir el mantenimiento de este inmueble del siglo XVII y tampoco hay propuestas del sector privado.

Muchos de los que visitaron ayer el albergue habían sido alumnos del antiguo colegio Sagrada Família. Acudieron movidos por la nostalgia y recordaron la etapa escolar del edificio, desde la posguerra y hasta la transición democrática. Entre sus salas destaca la de pinturas, basadas en grabados de la Ilíada de Homero del siglo XVII, según el historiador Ramon Ràzquin. El edificio, de más de 400 metros cuadrados, se remonta a 1680, con cuatro alturas desde el Portalet y dos desde la calle Major.