MEDIO AMBIENTE FAUNA
Ganaderos desconfían de la retirada de osos y piden expulsarlos ya
UP afirma que la revisión del protocolo de actuación es “postureo y nada más” || Asaja reitera que todos los plantígrados deben desaparecer de las montañas
Los sindicatos agrarios insisten en la necesidad de extraer ya a los osos Goiat y Cachou del Pirineo y critican las medidas que se acordaron en la ‘cumbre del oso’ que se celebró el martes en Madrid. Joan Guitart, responsable de las comarcas de montaña de Unió de Pagesos (UP), calificó de “postureo” el compromiso que adquirieron el Estado, la Generalitat, el Conselh y Aragón de revisar el protocolo de actuación para agilizar la expulsión de plantígrados conflictivos. Guitart defendió que la ganadería extensiva no es compatible con la presencia del oso y que estos dos ejemplares deben retirarse de las comarcas del Pirineo. “Es bueno que se reúnan, pero no creo que hagan nada”, aseguró Guitart. Por su parte, el presidente de Asaja, Pere Roqué, aseguró que “todos los osos tienen que salir del Pirineo” y añadió que “Goiat y Cachou han hecho visible el problema”. Roqué señaló que “no puede ser que los ganaderos tengan miedo de ir a los campos por culpa del oso” y que “está demostrado que la convivencia no es posible”. Asimismo, añadió que “con Goiat ya hacemos tarde, porque hace un año que se dijo que se expulsaría del Pirineo”.
El Síndic de Aran, Paco Boya, explicó que hay “un compromiso más firme que nunca de que en caso de que sea necesario se expulse” a los osos conflictivos del Pirineo. Boya apuntó que el objetivo de las medidas acordadas en la reunión del martes es conseguir “ser capaces de gestionar la presencia del oso y hacerla compatible con el sector primario”.
El Síndic aseguró que hay el compromiso de echar a ejemplares conflictivos en caso de que sea necesario
El protocolo de actuación ante osos conflictivos se encuentra ahora en la fase dos (medidas de aversión para intentar cambiar su conducta que se pusieron en marcha en Aran tras los ataques de Goiat y Cachou) y en la ‘cumbre’ en Madrid se acordó revisar el documento para mejorar su eficacia. Asimismo, se propuso constituir más equipos de intervención, que se sumarían a los que hay en la Val, para hacer un seguimiento constante de los osos antes de decidir si se pasa a la fase tres (su expulsión, que deberá acordar un comité de técnicos).