Condenado a 12 años de cárcel por atar y violar a su ex en Torre-serona

La Audiencia de Lleida ha condenado a 12 años de prisión al acusado de atar, agredir y violar a su expareja en su vivienda de Torre-serona el 21 de junio de 2018. El ahora condenado E.C.P., de 39 años, ya aceptó los hechos durante el juicio celebrado en este tribunal el pasado 27 de septiembre, después de que la Fiscalía y la acusación particular rebajaran sus peticiones iniciales de 15 a 12 años de prisión por un delito continuado de agresión sexual. La sentencia considera probado que el día de los hechos, el procesado entró en la vivienda de la que era ya su expareja y se escondió a esperar su llegada. Una vez entró la mujer en la casa, el hombre apareció con un cuchillo y la arrastró por la casa tirándole de los brazos y del pelo mientras le recriminaba que tenía otras relaciones. Según el fallo, el condenado llegó incluso a ponerle una funda de cojín alrededor del cuello con la que le apretaba. La víctima relató en el juicio que le dijo que “me haría unas preguntas y que me cortaría un dedo por cada mentira que dijera”. Asimismo, le ató las manos a la víctima. Esta se defendió para que no le atara también los pies para intentar huir si podía, tal y como declaró en el juicio. Además, intentó ganar tiempo para ver si alguien se daba cuenta de su ausencia y logró que su expareja le dejara beber agua y fumarse un cigarrillo. Sin embargo, la actitud violenta del procesado fue incrementándose, hasta que acabó agrediendo sexualmente a la víctima, no sin antes haberle propinado varios golpes por todo el cuerpo. La sentencia señala que el acusado le dijo a la mujer “que no iba a salir de la casa” y finalmente la víctima pudo escapar al llegar su primo y otra persona a la vivienda. Los tres huyeron del piso dejando al acusado, que todavía llevaba el cuchillo en la mano, según declararon los testigos, en el interior de la vivienda.

Además de los 12 años de prisión, la Audiencia de Lleida también le impone otros diez años de libertad vigilada tras el cumplimiento de la condena. Asimismo, deberá indemnizar a la víctima con 60.000 euros por los daños morales causados más los gastos que suponga el tratamiento psicológico que aún recibe. Además, el tribunal le prohíbe que se acerque o comunique con la mujer por un periodo de otros 22 años.