Las estaciones de esquí despliegan 71 nuevos cañones de nieve para la nueva temporada

Las estaciones de esquí del Pirineo leridano estrenarán la próxima temporada de esquí con 71 cañones de nieve nuevos y también han renovado parte de los más antiguos. Estos sistemas de innivación han ido cobrando cada vez más importancia debido a que las grandes nevadas acostumbran a llegar tras el puente de la Immaculada. Así, el año pasado la campaña de invierno empezó con 1.415 cañones. Está previsto que la temporada de esquí empiece a finales noviembre, aunque todo dependerá de las condiciones meteorológicas y de la nieve.

Baqueira Beret cuenta con 60 nuevos sistemas de innivación artificial, principalmente en las pistas de la Pleta del Duc y de la Peülla, que se desplegaron durante el pasado verano en el sector de la Bonaigua, en el Pallars Sobirà. El director comercial de la estación aranesa, Xavier Ubeira, aseguró ayer que ya llevaron a cabo pruebas a lo largo de la semana pasada para comprobar el buen funcionamiento de los cañones instalados en las pistas. Este dominio esquiable prevé abrir las instalaciones el 30 de noviembre y la campaña se alargará hasta el 13 de abril de 2020, Lunes de Pascua.

Asimismo, en Port Ainé, propiedad de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) ha desplegado 11 nuevos cañones en las pistas de la Carena y la Carrerada. Mientras, Espot Esquí (también propiedad de FGC) estrenará esta próxima campaña el nuevo telesilla que dará acceso a las pistas y que sustituirá al que se averió el invierno pasado y fue imposible reemplazar antes de que finalizara la temporada. Las dos estaciones del Pallars Sobirà estrenarán la temporada el día 30 del mes que viene. Por su parte, Boí Taüll, que abrirá el 30 de noviembre si las condiciones de la nieve son adecuadas, ha trabajado en reponer parte de sus cañones de nieve para modernizar las instalaciones y reducir el consumo energético y el de agua.

Cabe recordar que un informe de finales del año pasado del Observatorio Pirenaico del Cambio Climático apunta a que el sector del esquí también sufrirá los efectos del aumento de las temperaturas. Por ello, las estaciones prevén aumentar del 50% al 90% su superficie innivada para garantizar la nieve en las estaciones ante la pérdida de reservas en el Pirineo que prevén los expertos. Estos aseguran que la cordillera perderá en 30 años el 50% de la nieve en cotas de 1.800 metros, mientras que a 1.500 metros la pérdida sería el 75% en el último cuarto de este siglo.