TRIBUNALES SENTENCIA
Cárcel tras esconderse debajo de la cama de su ex en Fraga
Pena de 10 meses de prisión por quebrantar la orden de alejamiento || Es reincidente y le acababan de notificar la prohibición
Los hechos tuvieron lugar en Fraga en mayo del año pasado.
La Audiencia de Huesca ha condenado a diez meses de prisión a un hombre que se escondió debajo de la cama de su expareja justo después de que le notificaran la orden de alejamiento respecto a la víctima. Se da la circunstancia de que el condenado es reincidente y el juzgado de Violencia sobre la mujer 1 de Lleida ya le condenó en 2017 a medio año de prisión por quebrantar la medida cautelar.
Los hechos tuvieron lugar el 7 de mayo del año pasado, según la sentencia a la que ha tenido acceso este periódico, “instantes después de dictarse en el juzgado de Instrucción 1 de Fraga el auto en esa misma fecha en el que se adoptó la orden de protección que le impedía aproximarse a la víctima, a su domicilio, lugar de trabajo o cualquier lugar que ésta se encontrara a una distancia inferior a 100 metros”. La Audiencia también recuerda que “la resolución le fue notificada personalmente, haciéndole los apercibimientos legales”, pese a lo cual “se dirigió al salir del juzgado al domicilio de la víctima en Fraga y accedió a su interior, donde fue localizado escondido debajo de una cama por los agentes de la Guardia Civil”.
El hombre alegó que no se vio con su ex, que no tenía intención de delinquir y que fue a por ropa
El hombre fue condenado inicialmente por el juzgado de lo Penal 1 de Fraga pero interpuso un recurso ante la Audiencia de Huesca alegando varios motivos, como que se había vulnerado su presunción de inocencia, que “ni siquiera se visualizaron el acusado y la denunciante”, “que nunca tuvo la intención de delinquir” y que “accedió al domicilio para llevarse ropa y enseres personales o ver a su hijo”.
Unos argumentos que el tribunal desestima. Afirma que era consciente de que estaba cometiendo un delito y que hay pruebas suficientes que lo acreditan como la declaración de los dos agentes de la Guardia Civil que acudieron a la vivienda, que “encontraron al acusado oculto debajo de una cama y procedieron a su detención”. La víctima se negó a declarar en el juicio pero, según la Audiencia, eso “es prescindible dada la rotundidad de la declaración de los testigos”.
