TRAS LA TORMENTA REACCIONES
Veinticinco pueblos siguen sin agua potable una semana después de las inundaciones
De Les Garrigues, el Segrià y la Conca de Barberà por turbidez en el suministro || L’Albi abre una caja de solidaridad y recauda 11.000 euros para reparar los destrozos que la gota fría provocó en el pueblo
Veinticinco municipios de Les Garrigues, el Segrià y la Conca de Barberà todavía no pueden beber agua del grifo una semana después de las inundaciones. Todos ellos se abastecen de la Mancomunitat d’Aigües de Les Garrigues, que ha detectado turbidez en la planta potabilizadora. El presidente de la entidad, Francesc Esquerda, explicó ayer que el agua que llegaba a la planta desde el pantano de Utxesa ya lo hacía turbia, por lo que recomiendan no beber del grifo ni usarla para cocinar. Esquerda apuntó que la situación se solucionará “en los próximos días” y apuntó que han contado con la colaboración de la empresa que se encarga del mantenimento de la planta, Sorea, y de los ayuntamientos. Asimismo, una rotura provocó que Tarrés y L’Espluga Calba se quedaran desbastecidos, por lo que ha sido necesario llevar cubas. Estas incidencias se mantienen después de que el Canal d’Urgell restableciera el suministro la semana pasada tras el temporal, que obligó a vetar el consumo de agua de boca en 120 pueblos por turbidez. La comunidad de regantes está a la espera de reunirse con la Generalitat y pedir ayudas para reparar los daños del temporal. Esto permitiría mantener la inversión de 3,5 millones para reparaciones y actuaciones que actualicen y mejoren la eficiencia de las intalaciones (ver SEGRE de ayer). A largo plazo, la comunidad plantea un ambicioso proyecto de modernización, que costará 936 millones de euros.
En otro orden, L’Albi ha abierto una caja de solidaridad que ya recaudado ya 11.000 euros de vecinos y entidades. Se destinarán a limpiar y reparar los desperfectos que causaron las inundaciones, según explicó la alcaldesa, Anna Feliu. La asociación de mayores donó 3.000 euros y los ‘majorals’ de la ermita de Sant Cosme y Sant Damià ingresaron otros 3.000. El mosén y el consejo parroquial de la iglesia de Santa Maria de L’Albi aportaron 1.000 euros de los fondos que había para obras. Las muestras de solidaridad no han parado de llegar a este municipio y, por este motivo, se ha habilitado una cuenta corriente para los donativos. Por su parte, un grupo de madres recauda fondos para comprar juguetes a niños de las casas afectadas. Feliu apuntó que, si sobra dinero, se podría destinar a atender necesidades de vecinos que se han quedado sin enseres, ropa o sábanas. Por otra parte, dos puentes de la partida Les Canals de Lleida ciudad están cerrados al tráfico como consecuencia de los destrozos que provocó el temporal de la semana pasada.