Lleida salvaguarda su patrimonio

Los efectos de las intensas lluvias del pasado mes que han provocado el derribo de la torre medieval de Castelló de Farfanya, importantes desprendimientos en la murallas del castillo de Saidí, en el Baix Cinca, y daños considerables en la fortaleza ibérica de Els Vilars de Arbeca han puesto de manifiesto la importancia de salvaguardar el patrimonio monumental. En estos días se está procediendo a consolidar varios conjuntos históricos como son la torre medieval de Ivorra, en la Segarra; el castillo de Conques, en el Pallars Jussà; y el de Castellbó, en el Alt Urgell.

Por lo que respecta a la torre de Ivorra, el ayuntamiento encargó en mayo el estudio de las patologías del complejo donde, tras su restauración, ha habido varios desprendimientos y ha obligado a instalar un cierre perimetral con un paso cubierto. Según el alcalde, Jordi Ribalta, el mortero de yeso utilizado para recubrir la torre no ha encajado bien con la pared de piedra, lo que provoca que esta se agriete y se desprenda. La reforma se llevó a cabo con mortero de yeso, material con el que ya se recuperó la torre en el siglo XIX. El estudio deberá detectar la responsabilidad de la patología surgida tras finalizar los trabajos. El proyecto de mejora se financió a través del 1% del presupuesto que Fomento destina a proyectos culturales. La obra tenía un presupuesto de 530.000 euros. Se trata del último vestigio que queda en pie del castillo de Ivorra documentado en 1042 y es un Bien Cultural de Interés Nacional. El alquiler del cierre perimetral cuesta a esta población de 90 vecinos unos 300 euros mensuales.

El primer objetivo es consolidar la estructura para evitar que hayan más desprendimientos

También son bienes culturales de interés nacional los castillos de Conques y su entorno y de Castellbó. En el primero se han llevado a cabo dos fases de consolidación desde 2017 con un presupuesto de 34.485 euros. Han consistido en la estabilización de las estructuras de los muros que siguen levantados en la iglesia mediante estructuras metálicas, mientras que durante el pasado año y este se han ejecutado los trabajos de consolidación de la zona norte del castillo para consolidar el terreno que soporta la estructura del castillo. Dicha consolidación se ha hecho con un muro de hormigón anclado al terreno y acabado en piedra vista y la fijación de la colina con geomalla. Esta intervención ha costado cerca de 70.000 euros. Además, se han invertido otros 48.200 en investigación arqueológica, según los expertos.

Por lo que respecta a la actuación en el castillo de Castelbó, el proyecto cuenta con tras fases y se está ejecutando la primera que consiste en la consolidación de los muros de la muralla del siglo VIII al X en la vertiente este, así como en la construcción de un nuevo muro siguiendo el trazado del siglo VIII. Esta nueva estructura servirá para ampliar la plataforma situada en la parte alta del conjunto, que se pavimentará. Además, se reconstruirá el contrafuerte y la esquina del muro del siglo X. También se está llevando a cabo una excavación arqueologaca. Estas dos obras están promovidas por la Diputación.