¿Cómo afecta el abandono de los pastos en el Pirineo al cambio climático?

Un grupo de científicos de la Universidad de Lleida, la Universidad Autónoma de Barcelona, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y el Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Catalunya analiza cómo el abandono de pastos en el Pirineo tiene consecuencias sobre el cambio climático. En esta zona, el bosque avanza una media de 9.000 hectáreas anuales y eso, tal como explica Mercedes Ibáñez, de la UdL, tiene efectos sobre el ecosistema, especialmente en la diversidad de especies herbáceas y el intercambio de gases. "Este cambio de pasto en bosque supone una disminución de la diversidad vegetal, una homogeneización de las especies y otras consecuencias como, por ejemplo, un aumento del riesgo de incendio", ha explicado Ibáñez.

Cada año se abandonan unas 9.000 hectáreas de pastos al Pirineo y eso hace que, poco a poco, el bosque vaya avanzando. Desde hace tres años, un grupo de científicos catalanes estudia cómo el abandono de pastos tiene efectos sobre el cambio climático y no sólo eso, sino también como el cambio climático, combinado con el cambio de usos del suelo, tiene consecuencias en la regulación de los gases de efecto invernadero. El trabajo indica cómo el abandono de los pastos en el Pirineo provoca una disminución de las especies vegetales, y un incremento del combustible no gestionado que, según los científicos, provoca un aumento del riesgo de incendio forestal y un incremento de su frecuencia y extensión.

Recopilación de datos en el CTFC

Estos días el grupo de científicos se reúne en el Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Catalunya (CTFC), con sede en Solsona, para poner en común todos los datos recopilados durante este tiempo y extraer conclusiones con el fin de hacer una gestión más óptima de los usos del suelo. En este sentido, ven necesario potenciar políticas que favorezcan que los campos no se abandonen y que los ganaderos puedan vivir de su negocio. De hecho, parte de las conclusiones de este trabajo se están poniendo en práctica en el terreno, en una finca del Montseny, donde se están llevando a cabo cremas controladas y recuperación de pastos con un rebaño de ovejas.