Crecida de los ríos por la lluvia, que hunde un campanario en Andorra

Las intensas lluvias de ayer, que dejaron más de 112 litros por metro cuadrado en Espot, provocaron una fuerte crecida de los ríos. El caso más notable fue el del Noguera Pallaresa a su paso por Collegats, que pasó de 15 metros cúbicos por segundo el jueves a 214 ayer a mediodía. Esta crecida obligó a cerrar los accesos al río en Sort. Por su parte, el Noguera Ribagorçana en El Pont de Suert aumentó su caudal de 17 a 133 metros cúbicos por segundo, mientras que el Garona en Bossòst pasó de 9 a casi 70 metros cúbicos. A pesar del aumento de agua en los cauces, no hubo peligro de desbodamientos ya que los dos Nogueras, al igual que el Segre, tienen espacio para reservas en los pantanos para dar cabida a un aumento de los caudales. A mediodía, la Confederación Hidrográfica del Ebro dio por terminado el episodio de crecidas.

Asimismo, las precipitaciones y el viento provocaron el hundimiento del campanario de la iglesia de Sant Vicenç d’Enclar, en Andorra La Vella. El Principat informó que el derrumbe no provocó daños personales (ver desglose).

Las lluvias también obligaron a cerrar las estaciones de Espot, Port Ainé, Tavascan y Port del Comte, porque las cotas bajas que se quedaron sin nieve o no presentaban condiciones óptimas para la práctica del esquí. Por su parte, el fuerte viento obligó a cerrar la zona alta de Boí Taüll. Mientras, Baqueira abrió con normalidad. Por el contrario, los complejos del Sobirà cerraron, a la espera de nuevas nevadas para abrir las instalaciones y la previsión es abrirlas hoy. En peores condiciones está Port de Comte, en el Solsonès, que hoy permanecerá cerrada. En esta estación cayeron hasta 90 litros y la lluvia derritió parte de la nieve acumulada.