Doce años para Puig-Gros por matar a su cuñado tras el pacto en el juicio

La Audiencia de Lleida ha condenado a 12 años de prisión al empresario cárnico Josep Puig-Gros por matar a su cuñado Eduard Ardiaca tras una disputa por deudas el 19 de junio de 2017 en el obrador que tenía en Torre-serona. El tribunal confirma la pena acordada entre las acusaciones y la defensa tras la celebración del juicio la semana pasada, que ratificaron después de que el jurado popular declarara por unanimidad a Puig-Gros culpable de un delito de homicidio. La Audiencia le aplica el agravante de abuso de superioridad y los atenuantes de confesión y reparación del daño. En concepto de responsabilidad civil, Puig-Gros no deberá afrontar ningún pago más de los 15.000 euros que ya hizo efectivos a los familiares de la víctima antes del juicio.

De esta forma, señala que el jurado consideró probado que Puig-Gros acabó con la vida de su cuñado asestándole cinco tiros con una pistola cuando se encontraban a solas en el obrador, circunstancias que la Audiencia destaca para atribuir al homicida su conocimiento de que la víctima tenía “poca capacidad de defensa”. Asimismo, la sentencia tiene en cuenta que Puig-Gros reconoció en su declaración en el juicio que mató a su cuñado tras una disputa por problemas económicos, aunque negó que tuviera deudas con él. Sin embargo, la investigación de los Mossos concluyó que Puig-Gros debía 170.000 euros a Ardiaca y que no se los quería ni podía devolver. En todo caso, la Audiencia señala que el procesado admitió que, tras el homicidio, cargó el cuerpo de la víctima en el maletero de su vehículo y lo abandonó en Barcelona, tras lo cual regresó a Lleida con otro turismo que había dejado en la ciudad condal días antes. El cadáver fue localizado el 23 de junio de 2017.

Aplica esta atenuante y la de reparación del daño después de que el homicida admitiera los hechos

Según el fallo, el jurado tuvo en cuenta la confesión de Puig-Gros para declararle culpable, así como los diferentes testimonios y las periciales de mossos y forenses. También admite que el jurado no pudo pronunciarse sobre las atenuantes porque habían sido solicitadas por las acusaciones y la defensa y señala que Puig-Gros mostró arrepentimiento durante el juicio. El empresario ya había confesado el crimen en una declaración a petición propia el pasado mes febrero, como avanzó SEGRE, tras negarlo hasta entonces.