Despejada la línea del tren de la costa tras retirar el último convoy varado sobre las vías

Las vías del tren de la línea de la costa están al fin despejadas de obstáculos, dos meses después de que el temporal del 22 de octubre provocase el descarrilamiento de dos trenes, uno en Vinaixa y otro entre Puigverd de Lleida y Juneda. Retirar este material era una condición necesaria para abordar reparaciones en profundidad en esta infraestructura, gravemente dañada.

Los vagones del tren descarrilado de la empresa Continental entre Puigverd de Lleida y Juneda han sido desplazados ya fuera del trazado de las vías. La firma deberá decidir ahora qué hará con este material dañado. Podrán trasladarlo por carretera en camiones o bien esperar a la reconstrucción del tramo de vía para intentar hacerlos circular por ella, según fuentes próximas a la operación. Cabe recordar que, el pasado sábado, la locomotora que quedó accidentada en Vinaixa fue levantada con dos grandes grúas y puesta de nuevo encima de las vías. Fue una actuación conjunta del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), Renfe y Red Eléctrica de España (REE). Esta última cortó el suministro de la línea de alta tensión que abastece a Barcelona y su área metropolitana y que complicaba la operación.

Una vez la vía ha quedado despejada en Vinaixa, la Agència Catalana de l’Aigua podrá valorar en los próximos días el alcance del derrame de hidrocarburos que se produjo durante el accidente y que alcanzó el acuífero del que se abastece un 40% del municipio. El consistorio se abastece mientras tanto de la Mancomunitat d’Aigües de Les Garrigues, lo que se traduce en un sobrecoste de 7.000 euros mensuales.

La retirada de estos trenes y de un tercero que quedó bloqueado en la estación de Vinaixa por daños en las vías allana el proceso de reparación y acondicionamiento de la plataforma, con bloques de hormigón prefabricados para facilitar el drenaje del agua en caso de avenida. Por el momento Adif ya trabaja en varios puntos de las vías en Juneda, La Floresta y Els Omellons. Mientras tanto, autocares realizan el trayecto entre Lleida y L’Espluga Calba. Previamente ya había llevado a cabo trabajos en tramos de la catenaria que suministra electricidad a los trenes. Por ahora no hay fecha para reabrir la línea, cuyo coste de reparación se estima en 30 millones de euros.