VIVIENDA POLÉMICA
Sin luz y agua un bloque de 60 pisos en Alcoletge y los inquilinos ven 'mobbing'
Una vecina cae en la escalera a oscuras y otra, atrapada en el ascensor en Nochebuena
El suministro eléctrico de un bloque de 60 pisos de protección oficial de Alcoletge quedó interrumpido a mediodía del pasado martes cuando sus inquilinos se preparaban para celebrar la Nochebuena. Las viviendas tenían luz, pero no la escalera, ni el ascensor ni la bomba que da agua a todos los pisos. En consecuencia, tampoco funcionaba la calefacción con radiadores. El apagón atrapó en el ascensor a una vecina durante más de una hora mientas que otra cayó por las escaleras a oscuras. Fue el ayuntamiento el que acudió en su ayuda para restablecer la normalidad puerta por puerta hasta la medianoche.
El apagón ha dejado secuelas. El rescate de la vecina dejó averiado el ascensor y también el motor de la puerta de un parking quedó fuera de servicio. Los vecinos, por su parte, ven detrás de todos estos problemas un intento de mobbing para hacer que se marchen por parte del titular del edificio, la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) y el administrador, Altamira SA.
El alcalde, Josep Maria Gras, recurrió a técnicos de Endesa para que restablecieran el suministro. Fuentes de la empresa explicaron que no fueron ellos quienes lo cortaron y apuntaron a un robo en los contadores. Vecinos y consistorio rechazaron cualquier hurto en la instalación eléctrica. La compañía garantizará la luz hasta que se aclaren los hechos. Los vecinos, a su vez, presentarán hoy una denuncia ante la Generalitat con el alcalde.
La Sareb, conocida también como el banco malo, asumió la propiedad del bloque el pasado verano. Los vecinos recibieron en julio una carta en la que les comunicaban la subrogación de sus contratos de alquiler y que la firma Altamira actuaría como nueva administradora de la finca. A partir de ese momento es cuando los inquilinos empiezan a denunciar problemas: parte de ellos afirman que, tras domiciliar sus recibos, no les han cobrado los últimos meses y que ahora les reclaman pagar de una sola vez las mensualidades atrasadas. Asimismo, han constatado dejadez en el mantenimento y en la limpieza de los espacios comunes. Es una tarea que hasta ahora recaía sobre el administrador y cuyo coste está incluido en los contratos de alquiler.
Desde hace algún tiempo, cuando un inquilino se marcha no llega otro, sino que el piso vacío queda sellado por una plancha blindada. Esto refuerza la sospecha de los vecinos de que el propietario intenta desalojar el inmueble. Algunos de ellos explicaron que se les acaba el contrato en un año y temen no poder renovarlo. Sus quejas y consultas a los administradores derivan solo en contestadores automáticos.
Este periódico no consiguió contactar con el actual administrador ni con el titular del bloque de pisos.